El descorche y la cohetería volvieron, como lo hacen cada año, a transformar los festejos en angustia y sufrimiento, y en un caso, incluso, la muerte. Más de 170 heridos y el caso más absurdo de los absurdos, que tuvo lugar en Santa Fe, donde un joven de 27 años murió luego de, por suponer que hacía una gracia, colocarse un cohete del tipo tres tiros en la boca, que le estalló provocándole la muerte.

El caso más grave ocurrió en la ciudad de Rosario, cuando un joven de 27 años murió al explotarle un cohete de la modalidad “tres tiros” en la boca, lo que destrozó parte de su rostro, informaron voceros del Hospital Eva Perón de la localidad santafesina de Granadero Baigorria, próxima a Rosario. Los médicos detallaron que el joven ingresó a las 2.30 de la madrugada del domingo al hospital trasladado desde la localidad de Puerto San Martín, situada a unos 28 kilómetros de Rosario, y que pese a los ejercicios de reanimación falleció en ese centro asistencial a los pocos minutos de entrar.

En la ciudad de Buenos Aires fueron atendidas un total de 160 personas, 86 en el Hospital de Ojos Santa Lucía, 39 en el Instituto Pedro Lagleyze y 35 en el Hospital del Quemado, según informó el gobierno porteño. La jefa de Urgencias del Hospital del Quemado porteño, Miriam Miño, informó a la agencia Télam que ese centro había recibido hasta las primeras horas de la tarde a 18 menores de edad y que uno de ellos había sido trasladado en estado crítico al hospital Garrahan. Miño explicó que “el caso de este niño de seis años es el más grave porque tiene quemaduras en el 38 por ciento del cuerpo y está intubado. Además, tenemos internado a un chico de 14 al que le explotó un petardo en la mano y dejó el músculo expuesto”, agregó.

En Rosario, además del joven fallecido, otros tres niños de 14, 9 y 8 años resultaron heridos de gravedad, dos por el mal uso de pirotecnia y el otro al ser alcanzado por una bala perdida mientras jugaba en la puerta de su casa. El niño de 14 tuvo que sufrir la amputación de uno de los dedos de su mano derecha durante una intervención practicada en el Hospital Vilela de Rosario.

Por su parte, el jefe de guardia del Hospital Oftalmológico Santa Lucía, Fernando Pellegrino, sostuvo que “durante la madrugada recibimos 57 pacientes y 10 de ellos por su gravedad van a necesitar una intervención quirúrgica. La mitad de nuestros pacientes tienen menos de 15 años, y con respecto al año pasado tenemos casi un 20 por ciento de aumento de los casos”. Pellegrino añadió que “también tuvimos varios heridos por corchazos, y dos de ellos están todavía en observación para evaluar si es necesaria la operación. Este es un problema que suele ser subestimado, pero causa tantas operaciones como la pirotecnia”.

El jefe de guardia del Hospital Oftalmológico Pedro Lagleyze, Pablo Véntola, señaló que “recibimos una mayoría de menores de edad, y tres de esos chicos tienen problemas graves. Hay dos nenes de 8 años que tienen lesiones en el globo ocular que pueden causar sangrado interno con consecuencias en la visión, pero la más delicada es una nena de 6 que sufrió la perforación del globo ocular y deberá ser operada hoy con un pronóstico muy complicado”, finalizó Véntola.

Los tres especialistas coincidieron en que hubo una gran cantidad de menores accidentados y en que las heridas atendidas respondían a pirotecnia de mayor potencia que la vista el año pasado.

En la provincia de Buenos Aires un total de 27 heridos por pirotecnia ingresaron en las guardias de hospitales provinciales, según un sondeo efectuado por el Ministerio de Salud bonaerense. La cartera sanitaria precisó que los accidentes por pirotecnia durante la noche y madrugada de Navidad “disminuyeron este año”, ya que en los hospitales relevados se registraron 11 casos menos de heridos que el año pasado.