SOCIEDAD › VIDEOS Y COMUNICACIONES TELEFóNICAS COMO PRUEBA CONTRA EL MARIDO DE SILVIA PRIGENT

Razones para una orden de detención

La señal del celular de Sfeir lo ubicó en Escobar, cerca del lugar del crimen. Imágenes de cámaras de seguridad contradicen su coartada. También mensajes de texto y llamadas a una amante. Seguirá libre hasta que el juez lo determine.

El fiscal de la causa que investiga el asesinato de Silvia Prigent, Cosme Iribarren, pidió ayer la detención de Daniel Sfeir, marido de la víctima, sospechado de homicidio calificado por el vínculo. El pedido, que es analizado por el juez Ricardo Costa, fue realizado después de que el fiscal confirmara que el celular de Sfeir fue detectado en la zona de Escobar, en horarios en que había declarado que se encontraba en su casa con su hijo. Además, en la imagen de una cámara de seguridad se detectó al marido, a la maestra y a la mujer señalada como su amante en un horario muy cercano al que se considera que Prigent fue asesinada. El abogado de Sfeir, Marcelo Adámoli, se mostró sorprendido por la información: “Estoy advirtiendo la necesidad desesperada de encontrar un culpable”, dijo. Al cierre de esta edición, el juez no había resuelto si aceptaba o rechazaba el pedido del fiscal.

Los datos que impulsaron a Iribarren para pedir la detención de Sfeir se concentran, básicamente, en imágenes tomadas de grabaciones de cámaras de seguridad, en la señal captada del celular de Sfeir en Escobar en el horario del crimen y en intercambios de mensajes de texto y de comunicaciones telefónicas entre el sospechado y una mujer a la que los investigadores indican como amante del empresario. La mujer es de Escobar, de una zona cercana al lugar donde apareció muerta Prigent.

“La mujer tiene parte de la empresa de Sfeir, la parte del reciclado –explicó a Página/12 una fuente de la investigación–. Hay cantidad de testimonios, mensajes de texto y comunicaciones telefónicas que demuestran que tenían un vínculo más que laboral.” También, la misma fuente confió que la mujer tenía otro hombre y Sfeir desconocía ese vínculo. Según un testimonio aportado en la investigación, el empresario le habría prometido que “antes de fin de año me la saco de encima”.

La secuencia del celular de Sfeir lo señaló en Escobar el mismo día y a la misma hora en que declaró que se encontraba en su casa de San Fernando con su hijo. También lo contradicen las imágenes de al menos una cámara de seguridad donde quedó grabado junto a la misma Prigent cuando ella subía al Ford Ka de Sfeir. Según la misma fuente, después de un rato, la maestra bajó y subió a otro vehículo, un Fiat Uno, en el que, momentos antes, había estado la mujer señalada como amante.

Según había declarado a los medios el intendente de Tigre, Sergio Massa, las cámaras registraron 19 momentos distintos que ya fueron incorporados por el fiscal a la causa. Fuentes vinculadas con la causa dijeron que “las cámaras de seguridad muestran a Sfeir volviendo de Dique Luján –donde apareció la mujer asesinada– hacia su domicilio en San Fernando. Sfeir –dijeron los voceros– volvía en el horario en que le habría dicho a la Justicia que estaba en su casa, por lo que las cámaras de Tigre destruirían su coartada acerca de que a las nueve de la noche estaba en su casa”. Añadieron que las imágenes “lo muestran por distintos lugares de la ruta 27, que es el recorrido desde Dique Luján hasta San Fernando”.

Según el recorrido que creen haber establecido los investigadores, la maestra fue llevada por convencimiento y no a la fuerza, suponen que con la excusa de pagar alguna deuda de Sfeir y le tendieron una trampa.

También determinaron la participación de tres personas en el crimen. Una de ellas, según los testimonios recogidos en la causa, es un hombre muy allegado al marido, que el día del crimen había mantenido alrededor de 25 comunicaciones telefónicas con la mujer señalada como amante de Sfeir. Esta persona trabaja en la empresa supervisando el recorrido y la actividad de los camiones.

Los investigadores aseguran contar con los datos de las tres personas sospechadas de participar en el crimen. También determinaron que al lugar donde apareció el cuerpo no se puede llegar en vehículo, por lo que deducen que o la mataron en otro sitio y cargaron su cuerpo hasta el lugar, o la llevaron caminando y la balearon en el mismo lugar, aunque por el momento no lograron confirmarlo.

Sfeir aguarda la decisión que tomará el juez de Garantías de San Isidro Ricardo Costa. En caso de que apruebe el pedido del fiscal, quedará detenido. Esa decisión irá acompañada con el rechazo de Sfeir a participar como particular damnificado en la causa, ya que será imputado y deberá ser indagado. Para el caso en que la rechace, el marido seguirá libre y entonces Costa determinará si lo acepta como particular damnificado.

“Estoy advirtiendo la necesidad desesperada de encontrar un culpable”, dijo indignado Marcelo Adámoli, abogado de Sfeir. “Es un linchamiento mediático. No tengo más que indignación en este momento, pero no como abogado, sino como ciudadano, del tratamiento que se le da a un tema judicial que cobró la vida de una señora totalmente inocente. Yo confío en la inocencia del señor Daniel Sfeir.”

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La maestra asesinada, Silvia Prigent; su marido, el empresario Daniel Sfeir, y su hijo.
 
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