Tres policías de la Bonaerense fueron imputados por “homicidio” y “tentativa de homicidio” por el asesinato de Fabián Zubrica, de 20 años, ocurrido hace dos semanas en una fiesta de 15 de Alejandro Korn, partido bonaerense de San Vicente, y permanecerán detenidos. El presunto autor del disparo mortal es el padre de la joven, el comisario Héctor Barrios, único de los procesados que se negó a declarar en las indagatorias. Se lo acusa de haber disparado al chico en la cabeza, durante un enfrentamiento producido en la esquina del salón de fiestas entre los familiares e invitados de la agasajada y un grupo de jóvenes que trataron de ingresar a la celebración. Esa noche, el local fue incendiado.

La madrugada del domingo 15 de enero tiene tantas versiones como testigos que la relaten. Quienes acompañaban a Fabián Zubrica, el chico asesinado, niegan que el joven hubiera tratado de entrar a la fiesta. Dicen que estaban en la calle, a metros de la entrada del salón, cuando una decena de personas salió del local y trató de dispersarlos a insultos, golpes y disparos. “Aceptan que luego se comenzaron a defender con piedras y palos, pero dicen que no utilizaron armas de fuego”, detalló a Página/12 la fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 7 de La Plata, Virgina Bravo.

“En efecto –continúa la funcionaria judicial–, todas las vainas recogidas en el lugar del hecho pertenecen a las armas 9 milímetros utilizadas por los policías.” El arma que efectuó el disparo mortal es una pistola reglamentaria, que no fue hallada.

En esa línea de investigación, el juez de garantías platense, Guillermo Atencio, no hizo lugar al sobreseimiento, excarcelación ni al cambio de calificación de las imputaciones como había solicitado la defensa de los imputados.

Héctor Barrios, acusado de homicidio, se negó a hablar en la indagatoria realizada el día posterior a los hechos, el lunes 16 de enero. Antes de ser desafectado de la fuerza, Barrios era comisario en una dependencia de Almirante Brown. Página/12 conoció su versión de los hechos a través de su abogado, Telmo González Safa. “La pelea comenzó en la esquina del salón. Uno de los invitados había ido a mover el auto cuando lo interceptan estos pibes. Dicen que siempre están en esa esquina ‘cobrando peaje’.”

Según el abogado, el invitado se negó a pagar y lo empezaron a agredir. “Al rato lo va a ayudar su hermano, y lo encuentra todo golpeado. Y ahí es donde llega mi defendido (Barrios) para ayudarlos. Tenía su arma reglamentaria, pero no la usó. Como tiene un gran entrenamiento en la fuerza y conocimiento en las artes marciales, se enfrentó sólo con un palo. Pero aparecieron como 50 personas del barrio, más la gente del salón, entre las que estaban los otros dos imputados, un amigo policía de Barrios y otra policía. Después llegó un móvil policial. Dos de los policías de la fiesta –siguió el letrado– dispararon al suelo y hacia arriba para dispersar al otro bando, mientras Barrios fue tomado por un grupo que lo golpeó y le quitó el arma.”

De todos modos, el llamado a la comisaría local en el que se alertaba sobre un herido de bala (Zubrica fue el único que fue impactado por un proyectil esa noche) tuvo lugar mucho antes de que llegara el patrullero, que llegó al lugar precisamente por el llamado, lo que pone en discusión la versión de Barrios.

Por otro lado, la fiscal Bravo sostuvo que en el enfrentamiento participó una decena de jóvenes y no el medio centenar descripto por los policías.

El esclarecimiento de la verdadera cadena de eventos se encuentra ahora en manos de la Justicia. Bravo aseguró que “ya existen pruebas suficientes para acusar a los policías”.

Informe: Rocío Magnani.