La masa de aire caliente y húmedo que viene agobiando la ciudad de Buenos Aires, y abarca hasta Cuyo, La Pampa, Córdoba y el sur del Litoral, provocó anoche algunas tormentas, por el ingreso de aire frío desde el sur. Las lluvias provocaron un descenso de la temperatura, aunque en forma paulatina. Según informaba anoche el Servicio Meteorológico, el cambio de situación no será de golpe en toda la zona, sino que las condiciones tenderán a mejorar de sur a norte, a medida que la masa de aire frío del sur avance y desplace la de aire caliente. Ayer a las 16 se midieron 34,8 grados con 41 de sensación térmica en Ezeiza, mientras que en Villa Ortúzar, en el medio de la ciudad, las marcas eran superiores en dos grados: la gran ciudad, con su acumulación de cemento, asfalto y metal, retiene más calor aún. Las temperaturas extremas se extendieron a gran parte del centro del país: los mendocinos tuvieron 34,9 grados, claro que con un envidiable 37 por ciento de humedad que convierte en algo exótico a la sensación térmica; los sanluiseños soportaron 37,6 grados reales y 43,7 de sensación térmica y los cordobeses tuvieron tema de conversación con 37,4 y 40 grados de sensación térmica.