La organización internacional, desmembrada el viernes pasado cuando planeaba enviar 280 kilos de cocaína a España y al parecer también a Estados Unidos, tenía vinculación con 42 empresas que “prestaban apoyo logístico a narcos colombianos y manejaban 50 millones de dólares”. Así lo afirmó ayer la ministra de Seguridad nacional, Nilda Garré, quien comentó que entre los 28 detenidos de la banda hay una sargento de la Policía Bonaerense de la Departamental de San Vicente. “Seguramente seguirán las investigaciones y las detenciones”, advirtió la funcionaria en conferencia de prensa. El operativo, bautizado Luis XV por el modelo de los muebles donde se había ocultado la droga, fue el desenlace de una causa que comenzó hace casi un año, con la detención del financista colombiano Ignacio Alvarez Meyendoff, quien tenía pedido de captura de la Justicia norteamericana.

El operativo Luis XV incluyó 79 allanamientos simultáneos en departamentos de Puerto Madero, countries, campos en la provincia de Buenos Aires y en Rosario. La droga fue incautada en un galpón de la localidad bonaerense de Lanús, disimulada dentro de muebles antiguos y con una cobertura que incluía espejos para burlar los scanners de la aduana portuaria en la Ciudad de Buenos Aires. Ayer, Garré comentó que antes de la conexión investigada por el juez federal de Lomas de Zamora, Carlos Alberto Ferreiro Pell, hubo actuaciones judiciales “en junio de 2009 por pedido de la policía colombiana”.

Las autoridades de ese país investigaban, según la funcionaria, a “Daniel Barrera, un capo narco de enorme importancia y se requería información sobre cuatro de sus ex mujeres que vivían en la Argentina”. Garré detalló que en los operativos en el Gran Buenos Aires se “ubicó la vinculación de 83 colombianos y 42 empresas, que prestaban apoyo logístico a narcos de esa ciudadanía”. Estas compañías manejaban 50 millones de dólares, provenientes del lavado de dinero, que utilizaban para facilitar cambios de domicilios, tomar medidas de seguridad a través de aparatos de comunicaciones y, de esta forma, dificultar las investigaciones policiales. Además, la organización contaba con una sargento de policía entre sus filas. Se trata de la colombiana de nacimiento y nacionalizada argentina, quien es pariente directa de quien estaba encargado de custodiar el galpón en la localidad de Lanús donde estaba la cocaína. La sargento “prestaba funciones en la (Jefatura) Departamental de San Vicente”, detalló Garré.

Según dijeron fuentes de la causa, en esa repartición policial la sospechosa cumplía funciones en el área de investigaciones, por lo que se cree que aportaba a la organización conocimientos para el movimiento y ocultamiento de la droga.

Las 42 empresas identificadas por la Justicia tendrían relación con Alvarez Meyendoff, arrestado el 24 de abril pasado en el aeropuerto de Ezeiza. La Justicia estadounidense lo acusa de financiar una organización narco dedicada a exportar cocaína a la ciudad de Nueva York. Meyendoff había fundado cuatro empresas fantasma en el país y vivía en Puerto Madero con su familia. La banda desarticulada estaba compuesta por once colombianos, dos españoles y quince argentinos, quienes fueron arrestados por “infracción a la ley 23.737 de drogas en carácter de tráfico internacional”. Todavía quedarían más implicados, ya que Garré aseguró que “habrá que profundizar en otros aspectos de la investigación”.

La cocaína decomisada tiene precio de mercado estimado en 14 millones de euros, es de máxima pureza y habría sido producida en Colombia. El cargamento tenía como destino final España y, presuntamente, Estados Unidos, adonde iba a llegar vía marítima. El operativo Luis XV fue efectuado por efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), de Gendarmería Nacional, Aduana, Policía Bonaerense y la Secretaría de Inteligencia. Pese a que aún podría haber más detenciones, Garré estimó ayer que “implican un golpe definitivo sobre esta banda internacional, a la que se ha puesto en un punto de no recuperación”.

La modalidad de ocultamiento no es nueva. Hace dos años una persona hizo los trámites en la aduana para mudar sus muebles a España en un container pero la cocaína, alrededor de 200 kilos, fue detectada por los scanners, en un procedimiento de rutina.