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El Pichu Christian David Espínola Cristaldo, de 22 años, fue condenado a 18 años de prisión por el crimen del periodista Adams Ledesma Valenzuela, cometido en septiembre de 2010 en la Villa 31. Los jueces del Tribunal Oral 2 porteño Mónica Atucha, Hugo Boano y Fernando Larraín lo encontraron responsable del “homicidio simple” de Valenzuela y de abuso de armas y lesiones con arma de fuego en una causa previa.

“Todos estamos muy conformes, incluso su viuda, su madre, el resto de la familia y la gente de la Villa 31. Fue una sentencia justa y la valoramos porque no todos los días se condena a alguien a esa pena”, destacó Roberto Braillard, abogado de la familia.

Ledesma fue asesinado exactamente dos años antes de que se leyera la condena. Braillard sostuvo que “porque no soportaba ver a los chicos de la villa consumiendo paco y siempre echaba a Espínola de su manzana para que no les pudiera vender la droga”. El juicio, que había comenzado la semana pasada, se reanudó ayer con el alegato de Braillard, que solicitó una condena de 20 años de cárcel. Por su parte, el fiscal Carlos Gamallo pidió 18 años y la defensa, la absolución por el beneficio de la duda o una pena leve “por la historia personal” del joven, que vivió situaciones de abandono familiar.

Durante el debate, dos testigos explicaron con detalle cómo Espínola atacó con una sevillana a Adams. Ledesma Valenzuela, de 41 años y padre de seis hijos, fue asesinado de varias puñaladas por la espalda la madrugada del 4 de septiembre de 2010, cuando salió de su casa luego de, supuestamente, haber sido despertado por un vecino porque había un desperfecto en la luz eléctrica. El abogado de la familia aseguró que el pedido nunca se pudo probar, ya que ningún vecino declaró haberlo llamado. Los investigadores sospechan que actuó un cómplice de Espínola que lo hizo salir bajo un engaño. El robo como móvil quedó descartado, ya que a Ledesma se le encontraron 55 pesos en el bolsillo y un buscapolo con el que la víctima iba a revisar la instalación eléctrica. Para la familia, Espínola hizo salir a Ledesma de la casa, comenzó a hablar con él e incluso le ofreció un vaso de vino, pero luego sacó un arma blanca y lo apuñaló porque el periodista le impedía vender paco. Para Braillard “fue un hecho cobarde porque el asesino sacó el arma blanca de su campera mientras hablaba con Adams y, según la autopsia, la profundidad de la herida fue de dieciséis centímetros, así que no lo quiso lastimar nada más”. Espínola fue detenido ocho meses después, cuando regresó a la villa.

Ledesma Valenzuela era el dueño del canal de televisión comunitaria Mundo Villa TV, que transmitía desde la Villa 31 con llegada a 1500 hogares y a la Villa 1-11-14 del Bajo Flores. A su vez, retransmitía sus programas a Bolivia, Paraguay y Perú, cuyas colectividades son mayoritarias en esos barrios. Además, desde hace varios años daba clases de periodismo, fotografía y dibujo, con la coordinación de profesores de la UBA.