Más de 250 personas, en su mayoría niños y niñas, resultaron heridos por manipulación de pirotecnia y otros siniestros durante los festejos de fin de año. Por lo menos cuatro de ellos –tres de los cuales están internados en el hospital de ojos Lagleyze, de la ciudad de Buenos Aires– se encuentran internados con lesiones importantes. De todos modos, la cantidad de afectados por pirotecnia es menor que la del fin de año anterior, aunque mayor que en la pasada Navidad. El caso más impresionante se produjo en Paraná, Entre Ríos, donde un nene de cuatro años resultó muerto cuando el padre y el abuelo pretendían festejar con escopetazos al aire.

Tal vez fue casualidad, tal vez se haya iniciado la curva descendente en el uso de pirotecnia que, desde hace años, reclaman los especialistas y las autoridades sanitarias: en todo caso, la cantidad de lesionados descendió alrededor del diez por ciento en la Ciudad Autónoma, la provincia de Buenos Aires y otros distritos, con relación al fin del año 2011.

En la ciudad de Buenos Aires, 77 personas fueron atendidas por quemaduras y lastimaduras causadas por pirotecnia o corchazos en los ojos. El hospital oftalmológico Santa Lucía atendió a 33, de las cuales una fue intervenida quirúrgicamente y permanece internada con “compromiso ocular”. El hospital de ojos Pedro Lagleyze atendió a 20 lesionados: son diez menos que el año anterior, pero tres de ellos, todos mayores de edad, permanecen internados “con pronóstico reservado” respecto de los órganos de la visión. En el Hospital de Quemados fueron atendidas 24 personas, diez de ellas menores de edad. El 50 por ciento de los heridos presentaba “politraumatismos, lesiones oculares, heridas cortantes en la cara y quemaduras de distintos grados”.

En la provincia de Buenos Aires, 72 personas fueron asistidas en hospitales a causa de lesiones causadas por pirotecnia, “politraumatizados como consecuencia de accidentes de tránsito” o “baleados y acuchillados”, según informó el Ministerio de Salud bonaerense. “El principal motivo de consulta fue por quemaduras debidas al uso de pirotecnia. En total, se atendieron 56 pacientes por este tipo de lesiones, sobre todo heridas en la cara y en los ojos”. La cartera anunció “una reducción del 12 por ciento en la cantidad de casos asistidos”, con relación a los festejos de comienzos de 2012.

En el barrio El Radar, zona humilde de Paraná, Entre Ríos, un niño de cuatro años estaba con su familia cuando, alrededor de las dos de la mañana de ayer, el padre y el abuelo quisieron hacer disparos al aire con una escopeta para celebrar de ese modo el año nuevo. El arma se disparó y por lo menos un perdigón pegó en el chiquito que, trasladado al hospital San Roque de la capital entrerriana, murió en las primeras horas de la mañana. Padre y abuelo fueron inicialmente detenidos; luego el abuelo quedó en libertad, mientras que el padre del nene muerto sigue preso.

En Córdoba, ingresaron 30 lesionados en el Hospital de Urgencias de la capital provincial: la cifra, según fuentes de ese establecimiento, resulta “sensiblemente menor a la de años anteriores, cuando hubo entre 100 y 120 emergencias”.

En Rosario, hubo 20 heridos por pirotecnia, 23 lesionados en choques en las calles, 13 heridos por arma blanca –dos de ellos de gravedad– y dos muertos por arma de fuego. En la ciudad de Santa Fe fueron atendidos seis niños y tres adultos, todos con lesiones por pirotecnia, ninguno de las cuales revestía gravedad.

En Mar del Plata, 18 niños o adolescentes sufrieron lesiones por pirotecnia. Una fuente del Hospital Interzonal Materno Infantil precisó que “cuatro de los heridos quedaron internados”, aunque ninguno reviste gravedad. En un operativo conexo, inspectores del municipio secuestraron el 31, en varios procedimientos, 300 kilos de pirotecnia que no tenía garantía de fabricación.

En Mendoza, hubo 28 víctimas, la mayoría menores de edad y ninguno de ellos de gravedad. La lesión más seria fue la de un niño al que le estalló una bengala en la mano: ayer permanecía internado en el hospital Humberto Notti, de la capital provincial, con perspectivas de obtener el alta en las últimas horas.

En Corrientes no hubo lesionados por pirotecnia, y 26 personas sufrieron heridas leves en choques en las calles: todas ellas, menos una, se desplazaban en motos.

En Salta, tres niños fueron asistidos por “lesiones por pirotecnia” en el Hospital Público Materno Infantil de la capital provincial. Dos fueron afectados en los ojos y otro en miembros superiores.

En General Pico, provincia de La Pampa, un hombre perdió una falange, sufrió quemaduras en la cara y tuvo que ser operado de un ojo por uso de pirotecnia.

En cambio, en Viedma, provincia de Río Negro, no hubo esta vez heridos por pirotecnia. El año anterior se habían registrado ocho casos de quemaduras leves.