A algunas de sus alumnas les hacía comentarios inapropiados de connotación sexual. A otras, las descalificaba por ser obesas o tener alguna discapacidad física. “Así como estás vos, no vas a quedar en ningún casting”, le dijo a una de ellas, con problemas de sobrepeso. A los estudiantes que tenían voz aflautada les lanzaba frases discriminatorias como “parecés un puto”. Así transcurrían las clases de un profesor de locución de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue, en General Roca, Río Negro. En una sesión extraordinaria, el Consejo Directivo de la Facultad pidió que el docente sea exonerado, el máximo castigo que se le puede aplicar. Ahora, el Consejo Superior de la UNCo deberá resolver si lo expulsa o determina otro tipo de sanción. El caso refleja una larga batalla que vienen dando el Centro de Estudiantes de la Facultad y la Comisión de Mujeres, para que se aleje de los claustros un profesor denunciado por abuso de poder y discriminación sexista por estudiantes.

“Para nosotras es un paso importante y significa un precedente a nivel nacional, para abrir el camino para que se denuncie a los docentes que maltratan a los alumnos y en particular a las alumnas por el hecho de ser mujeres”, señaló a Página/12 Daniela Castro, integrante de la Comisión de Mujeres, organización que lucha por la igualdad de género en el ámbito de la facultad. “Ha sido un proceso larguísimo, de más de dos años, donde logramos darle visibilidad a un hecho que era un secreto a voces, y del cual no se hablaba. Para nosotras, el pedido de exoneración es un triunfo”, agregó Castro, estudiante de Comunicación Social, de 24 años. El pedido de exoneración al profesor fue resuelto por el Consejo Directivo a fines de diciembre –en la última sesión del año–, por 14 votos a favor y una abstención, a partir de las conclusiones del sumario administrativo que se le siguió al docente, luego de ser denunciado por el Centro de Estudiantes y la Comisión de Mujeres. Uno de los que votaron por su expulsión de la UNCo y se mostró muy comprometido con el proceso contra el profesor fue Guillermo Maqueda, consejero directivo y hasta diciembre secretario del gremio docente en la facultad. “Más allá de todo lo que costó este proceso, es importante porque marca un antecedente fundamental para que aparezcan otras denuncias y se visibilicen actitudes que suelen estar naturalizadas en las aulas en la relación docente-alumnos”, destacó Maqueda, al ser consultado por este diario.

“La relación con las estudiantes mujeres jóvenes se hallaba plagada de situaciones y referencias inadecuadas”, fue una de las conclusiones del instructor sumariante, el abogado Diego Jorge Broggini, designado ad hoc. Llamativamente, el docente tenía una denuncia anterior por acoso sexual dentro de la facultad hacia una estudiante, por la que se le abrió un sumario que terminó extraviándose y el caso quedó abierto e impune, recordó Maqueda. Aquella denuncia fue formulada entre 2000 y 2001.

Ahora, la continuidad del profesor en la UNCo está en manos del Consejo Superior. El Consejo Directivo no puede más que aplicarle una suspensión. La sustanciación del sumario fue decidida en agosto de 2010 por la resolución 132/10 del Consejo Directivo, luego de las numerosas denuncias realizadas contra el profesor por alumnas y alumnos. El docente tenía a su cargo las materias Locución, Locución I, Locución II y Práctica Integral de Radio, de la licenciatura en Comunicación Social. En ese momento, también se resolvió que fuera separado de las actividades académicas frente a alumnos. De todas formas, el sumario se demoró porque el docente tomó licencia psiquiátrica que impidió continuar con el proceso, aunque simultáneamente seguía trabajando en un canal de televisión local.

Luego de escuchar el testimonio de diversos alumnos y alumnas y también de ex estudiantes de sus materias, el instructor sumariante concluyó que el docente incurrió en “faltas graves” y “en conductas que claramente van en contra del deber de conducta exigible a los docentes de la universidad pública”. El profesor negó tajantemente todos los hechos que se le imputaban en su descargo y luego buscó agredir a los estudiantes que lo denunciaron. A una de las testigos, ex estudiante y periodista de General Roca, pretendió descalificarla diciendo públicamente que era “una enferma mental”.

“Te viniste muy despechugada”, solía decir a alguna estudiante con escote pronunciado. “Si tuvieras un par de kilitos menos serías muy interesante”, le dijo a otra, a quien descalificaba para ser locutora por su sobrepeso, y en otra oportunidad pretendió disculparse diciéndole: “En el Renacimiento hubieras sido una mujer hermosa”. A una alumna que tenía anomalías en los brazos le decía que iba a tener que esforzarse más para conseguir trabajo por su condición física particular, aunque su cuadro médico no le afectaba la voz ni su aptitud como locutora. “Con esa voz de maricón pensás ser locutor”, solía decirles a los varones con tonos más agudos. Su discurso, concluyó el sumario, estaba cargado además de comentarios sexistas, que llegan en algunos casos a configurar una “actitud de acoso sexual” y también discriminatorios, que demostraban “la pérdida de noción de su rol y la jerarquía que ostenta” como profesor. Dependerá del Consejo Superior de la UNCo que el docente en cuestión siga dando clases y “hostigando a su alumnado”, como concluyó el instructor sumariante. La sesión donde deberá votarse el pedido de exoneración todavía no tiene fecha.