El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires resolvió prorrogar el plazo de la licitación para renovar el sistema público de alumbrado, ante el reclamo de empresas nacionales, ya que el pliego imponía requisitos que ninguna de ellas podía cumplir. La licitación internacional prevé cambiar 90 mil luminarias (el 72 por ciento de las instaladas en calles, avenidas y paseos públicos) por faroles con tecnología LED, lo que permitiría reducir el gasto en consumo en un 50 por ciento. El pliego se dio a conocer el 3 de enero y establecía un plazo perentorio de 18 días hábiles para presentar ofertas. Los postulantes debían demostrar, entre otros requisitos, que habían instalado al menos 10 mil luminarias con tecnología LED, algo que ninguna empresa argentina está en condiciones de satisfacer. En principio, la apertura de sobres fue postergada hasta el 2 de marzo.

“Es un traje a medida para una multinacional, contra el trabajo nacional”, cuestionó el legislador Alejandro Bodart (MST en Proyecto Sur). Se trata de la licitación pública nacional e internacional Nº 1/13 para la Reconversión, Actualización Tecnológica y Eficiencia Energética del Sistema de Alumbrado Público mediante la Provisión de Luminarias LED con Telegestión y un Sistema Integrado de Telegestión, que prevé recambiar y mantener 90.000 luminarias LED, en un plazo de tres años, sobre un total de 125 mil instaladas, lo que representa el 72 por ciento del total. De acuerdo con los cálculos del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, el recambio representará un paulatino ahorro en energía eléctrica. Es que la Ciudad paga actualmente 100 millones de pesos por alumbrado y 70 millones de pesos por mantenimiento. Con las luminarias LED se espera reducir el consumo de electricidad entre un 45 a 50 por ciento y el de mantenimiento en un 25 a 30 por ciento. Las lámparas que se reemplazarán son las de 400 watts, en avenidas; de 250 watts, en calles; y los globos y farolas de parques y paseos. En cambio, no cambiarán las luminarias que cuelgan de un tensor.

La tecnología LED consiste en un diodo semiconductor que emite luz. Esta tecnología ha evolucionado mucho más rápido que cualquier otra vinculada con la iluminación: mientras que los tubos fluorescentes han duplicado la eficiencia desde 1950, el LED blanco la ha multiplicado por diez desde 2000.

La decisión de prorrogar la licitación se adoptó después de una gestión de la Cámara de Industria Electrónica y Luminotecnia, ya que las industrias locales quedaban prácticamente afuera del concurso. Por otra parte, el diputado Bodart cuestionó también que “ni siquiera dividen la ciudad en zonas, para evitar una concesión monopólica”.