Una joven de 17 años falleció ayer y otro chico quedó en estado de muerte cerebral, luego de una balacera en las inmediaciones del boliche Petru’s, en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge. Según comentaron los familiares de Johana García, una de las víctimas, en medio de una pelea callejera asomó un auto y de allí salieron los disparos. Otro joven, de 19 años, resultó herido en un brazo. “No fue una pelea entre bandas, fue un loco de mierda que empezó a tirar. El tiro pudo haber sido para cualquiera porque había mucha gente mirando”, contó Erica, hermana de Johana. Por su parte, el jefe de la Departamental Lanús, Carlos Perillo, dijo que “queda totalmente descartado que las muertes se hayan producido en un hecho vinculado con la inseguridad, ya que fue todo por una pelea entre jóvenes”. Cinco personas en un auto similar al utilizado fueron detenidas tras los tiros.

Según fuentes policiales, la pelea comenzó alrededor de las 4 de la mañana en la esquina de Olimpo y San Juan, dos calles asfaltadas y céntricas de un barrio carenciado del partido de Lomas de Zamora. Varios vecinos aseguraron que el enfrentamiento se originó dentro de Petru’s, donde usualmente los domingos se arman fiestas de cumbia. Ambos bandos fueron echados del lugar y siguieron discutiendo fuera. Sin embargo, los familiares de García y los investigadores policiales coinciden en que aún no hay ningún elemento que vincule al local con el hecho.

Ya se había formado un tumulto alrededor de la pelea callejera cuando irrumpió en escena un Ford Sierra, con cinco ocupantes. Según la policía, los agresores dispararon desde el auto y sin apuntar a alguien en particular. García recibió un tiro en la espalda y Ezequiel Leonardo Galarza en la cabeza. La primera murió camino al Hospital Gandulfo, el segundo ingresó con muerte cerebral al Sanatorio Güemes, en la ciudad de Buenos Aires. También resultó herido un joven de 19 años, con un tiro en el brazo derecho, y está fuera de peligro.

Después de los tiros, según informaron fuentes policiales, se acercó un patrullero de la comisaría 10ª de Lomas de Zamora, asignada a la seguridad de la zona, y persiguió por la calle San Juan a los agresores. Todos ellos fueron detenidos a seis cuadras del lugar del ataque y trasladados a la seccional. Allí se constató que dos de ellos eran menores de edad, de 15 y 17 años, y los restantes tienen entre 19 y 21 años. Según Perillo, en poder de los detenidos se secuestró un arma de fuego calibre 22 y el vehículo en que se movilizaban, que se investiga a quién pertenece.

Este revólver será sometido a peritajes balísticos para determinar si fue utilizado en el tiroteo y si hubo otras armas, descartadas por los agresores en el intento de huida. La causa quedó a cargo del fiscal Enrique Lázari, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil del Departamento Judicial Lomas de Zamora, quien estuvo a cargo de tomar las declaraciones indagatorias de las personas detenidas.

Familiares y amigos cortaron ayer un pequeño puente sobre el arroyo del Rey, en la calle Olimpo, en reclamo de justicia. Allí quemaron gomas y troncos, hasta que la lluvia y un gran despliegue policial deshizo el corte a las 18. “Que quede claro: ella no tuvo nada que ver con la trifulca. Fue una pelea mano a mano entre dos chicos y de curiosa fue a ver. Tuvo la mala suerte que le tocó a ella el tiro”, dijo una tía de Johana. La hermana de la víctima agregó: “Ella estudiaba, la ayudaba a mi mamá, hacíamos artesanías y tenía muchas amigas que venían a casa y nos ayudaban”.

De Galarza se sabe que jugó al fútbol en Talleres de Escalada, Los Andes y Lugano. Sus familiares y amigos se congregaron en el Sanatorio Güemes a la espera de un milagro. “Los médicos nos dijeron que tiene muerte encefálica, muerte cerebral, que no hay posibilidades de sobrevivir, está esperando, el corazón le late nomás. Nos dijeron que juntemos a la familia porque no va a reponerse más”, relató ayer por la tarde un hermano de Ezequiel, en la puerta del sanatorio.

El cuerpo de García fue devuelto a los familiares a las 18, en medio de una fuerte conmoción. La joven fue velada en el primer piso de una construcción sobre la calle Eva Perón 3972, donde funciona Escamdo, una escuela de artes marciales. En la puerta, una de sus hermanas lloraba sin consuelo. Mientras, decenas de chicos del barrio, cabizbajos, entraban a despedir a la joven vecina. Un rato antes, habían cortado la calle Olimpo para reclamar justicia.

“No sé si a esos pibes los van a soltar o no. Pero acá no van a volver nunca más. No se puede matar por matar”, dijo Julián, un joven del barrio, que entró al velatorio esquivando los charcos y el lodazal.