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Primero el conductor saca una de sus manos del volante. Después busca el paquete de cigarrillos. Si lo tiene a mano, extrae rápidamente uno y se lo lleva hasta la boca. Luego lo enciende y finalmente pita. Aunque esta sucesión de movimientos parezca trivial, lo cierto es que puede convertirse en un factor de riesgo concreto. Una mínima desatención en el manejo puede ser decisiva a la hora de provocar un accidente de tránsito. De acuerdo con un estudio del Ministerio del Interior y Transporte, fumar, maquillarse o mirar una pantalla de video son algunas de las conductas más habituales consideradas como causas diversas en accidentes viales. A partir de ese dato, un proyecto de ley presentado por el senador Daniel Filmus (FpV) propone modificar la Ley de Tránsito con el objetivo de sancionar estas distracciones y mejorar la seguridad en las calles.

Si bien las principales causas de los accidentes viales en el país son otras –exceso de velocidad, consumo de alcohol o drogas, cansancio, violación del semáforo en rojo y circulación a contramano–, existen innumerables casos en los que una o varias desatenciones intervienen para que el siniestro finalmente suceda. Con la intención de cambiar hábitos y conductas viales para reducir el número de accidentes y víctimas fatales, Filmus presentó un proyecto para modificar la Ley Nº 24.449. La iniciativa prohíbe fumar y comer mientras se conduce, ya que son “actividades que pueden afectar la concentración”. A su vez, la propuesta establece la obligatoriedad de conducir con ambas manos, prohíbe el uso de auriculares, monitores y pantallas de video.

“No se trata sólo de cambiar una ley, sino también de cambiar la cultura. Es increíble la cantidad de gente que fuma mientras maneja o come o toma mate. Este proyecto no define únicamente lo que está prohibido y sus sanciones, sino que apunta a educar al conductor para que maneje de manera responsable, teniendo en cuenta que nos movemos en un espacio público, compartido con otros”, explicó Filmus, en diálogo con Página/12. Para el senador porteño “la mayoría de las causas de los siniestros son evitables, no ‘accidentales’, por lo que deberíamos hablar de siniestro vial en lugar de accidente vial”.

Específicamente, el proyecto obliga a “conducir con ambas manos sobre el volante de dirección, excepto cuando sea necesario accionar otros comandos, no debiendo manipular ningún tipo de objeto que pueda afectar la concentración y disposición plena de sus manos”. Establece que “no se debe llevar a su izquierda o entre sus brazos a ninguna persona, bulto o animal, ni permitir que otro tome el control de la dirección”. A su vez, la iniciativa sustituye dos incisos del artículo 48 de la Ley de Tránsito al prohibir, por un lado, “conducir el vehículo utilizando auriculares”, celular, monitores y pantallas de video y, por otro, “conducir el vehículo en movimiento fumando, alimentándose o realizando cualquier otra actividad que pueda afectar la concentración”.

La última modificación a la Ley de Tránsito, en abril del 2008, consideró como faltas graves –que reciben las máximas sanciones– el exceso de velocidad o el alto nivel de alcoholemia o el uso del celular, entre otras. A su vez se estableció la obligatoriedad del uso del casco, en el caso de los motociclistas, del cinturón de seguridad y de la sillita para bebés, en el de los automovilistas. Paralelamente, en ese entonces, se avanzó en el establecimiento de un mecanismo homogéneo de otorgamiento de licencias y un sistema nacional de infracciones y de antecedentes.

“Esperamos que esta ley tenga un impacto positivo similar a las modificaciones anteriores. Cuando se empezó a sancionar a la persona que no usaba casco o que no llevaba el cinturón puesto, las estadísticas empezaron a mejorar. Los números del Observatorio de Seguridad Vial muestran cómo a partir de 2008 mejoraron los indicadores en el uso del asiento para bebés y casco. Con estas modificaciones aspiramos a lo mismo. Igualmente, todo este cambio debe ir acompañado con campañas de difusión, de concientización”, advirtió el senador.

El proyecto, que se tratará la semana que viene en la Comisión de Transporte, busca, según se indica en los fundamentos, “una explicitación clara de las acciones que son habituales en la población y que impiden o dificultan la conducción responsable, realizada con ambas manos. Aunque parezcan de menor importancia comparadas con las faltas graves, estas desatenciones, cuando confluyen en una situación inoportuna, pueden generar el mismo nivel de daño”.

La propuesta se apoya también en un estudio del Ministerio del Interior y Transporte en donde se especifican los “factores de distracción” más frecuentes según se trate de autos y camionetas o motos. En estos últimos, el primer factor observado es el de “portar objetos” y el segundo fumar. En cuanto a los automóviles y camionetas, si bien el cigarrillo es el factor principal, también se detallan otras conductas como “comer y beber”, “controlar niños”, “maquillarse” y “observar DVD”.