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”Actualmente se habla muchísimo de la solidaridad pero como un sentimiento sensiblero. Nosotros queremos que crezca desde abajo, que crezca desde el pie”, explica José Meisegeier entusiasmado por la gran cantidad de gente que congregó la Feria Nacional de Organizaciones Populares y Solidaridad. Meisegeier, más conocido como el padre Pichi, es uno de los tantos que forman parte de la gran red que reúne a más de cien organizaciones no gubernamentales dedicadas al desarrollo y a la promoción (ONGPD).
La intensa lluvia de la mañana no impidió que la feria se instalara para comenzar su primera jornada. En el corazón de la Plaza Houssay, una enorme carpa blanca logró cubrir los stands de las organizaciones provenientes de distintos puntos del país. “Queremos compartir lo que realizamos, pero también el sentido y el horizonte de nuestra acción, la lucha por las construcciones solidarias”, explican a cada uno de los visitantes que recorre la exposición.
En los puestos de la feria se exhibieron durante dos días los productos que las agrupaciones realizan de forma autogestionada, como cerámicas tobas del Chaco o tejidos de la Puna. Los stands también permitieron difundir los proyectos e iniciativas que desarrollan las ONGPD en sus pueblos de origen. Además, se llevó a cabo una serie de debates y charlas que reunieron a un numeroso público donde se abordaron temas como “Luchas sociales por el precio justo de la yerba mate” o “Economía solidaria desde una perspectiva de género”, brindados por los propios integrantes de las organizaciones de trabajo.
La red de las ONGPD quiere diferenciarse del llamado tercer sector, que recibe ayuda del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “Las fundaciones que tienen las empresas y los bancos extranjeros son muy lindas pero en la práctica nada de eso llega a los pobres. Sólo lo hacen por una cuestión de imagen o de conveniencia”, explica el padre Pichi, quien durante más de diez años continuó la obra del padre Mugica en la Villa 31 de Retiro.