La junta médica dictaminó que Angeles Rawson murió por asfixia por sofocación y estrangulamiento, antes de ingresar a la compactadora de basura, entre las 11 y las 17 del 10 de junio; y si bien detectó lesiones compatibles con un ataque sexual, espera estudios complementarios para confirmarlo. Así se desprende del informe final, que ayer fue notificado a las partes por el juez Javier Ríos, a cargo de la causa. La novedad quedó opacada por las escandalosas declaraciones de un perito de parte del único acusado, Jorge Mangeri, quien realizó públicamente especulaciones acerca de la vida sexual de la víctima. Esas afirmaciones fueron duramente rechazadas por el abogado de la querella, Pablo Lanusse: “No voy a permitir que se manche la memoria de la única víctima en esta historia, Angeles Rawson”, respondió.

El informe consta de 95 páginas, que contemplan 72 preguntas formuladas por el juez. Acerca de la forma en que se produjo la muerte de la víctima, concluye que fue por un “mecanismo mixto que incluyó estrangulamiento manual, braquio antebraquial y sofocación manual”, y que sucedió en “no más de cinco minutos”. También detectó “lesiones defensivas en manos, codos, antebrazos y piernas” e identificó marcas de “ligaduras en manos y miembros inferiores”, aunque no se pudo determinar si fueron antes o después de la muerte.

“Se ha probado lo que la querella viene sosteniendo desde el principio de la causa, porque somos los únicos que estamos buscando ‘la’ verdad y no ‘una’ verdad”, reflexionó Lanusse. “Angeles murió en manos de su agresor. Se defendió de un único agresor y dejó en sus uñas el ADN. Su agresor se llama Jorge Mangeri. Ese señor la estranguló con sus manos y la junta médica dice que le provocó la sofocación en un contexto de ataque sexual”, dijo Lanusse.

De comprobarse que la menor murió como consecuencia de un ahorcamiento durante un ataque sexual, Mangeri, hoy procesado por homicidio agravado, podría ser acusado de una figura más grave, que impone penas de reclusión perpetua: homicidio criminis causa (para ocultar la violación o el intento de ultraje).

Ayer, al salir de Tribunales, el abogado querellante Pablo Lanusse se indignó ante las versiones de la defensa de Mangeri sobre supuestas prácticas sexuales consentidas de parte de Angeles, sin relación con la secuencia que derivó en su muerte. “No voy a permitir que se manche la memoria de la única víctima en esta historia, Angeles Rawson”, respondió Lanusse, al reaccionar ante las expresiones del perito médico Adolfo Méndez, quien adujo que las heridas halladas en el cuerpo de la víctima pudieron haber sido causadas por prácticas sexuales sadomasoquistas.

Cuando un periodista de C5N le preguntó si estaba planteando que Angeles pudo haber participado de una práctica de sumisión sexual, el perito respondió: “Hay muchas situaciones que comienzan muy bien, porque son parte del juego, y terminan en un homicidio, así que es incorrecto señalar que (las lesiones) únicamente son compatibles (con una) agresión sexual”.

Méndez llegó al extremo de recomendar buscar en Internet imágenes de “sadomasoquismo” para “poder ver fotos de lesiones que se provocan” en esas prácticas y que pueden confundirse con una violación. Cuando le recordaron que Angeles tenía 16 años, Méndez agregó: “Por supuesto que en la sexualidad no hay límites. Depende de cuándo una chica hace su debut sexual”.

Sus palabras generaron la inmediata presentación de un escrito ante el juez Ríos por parte del abogado Lanusse. “Tengo bronca no por ser el abogado de Franklin Rawson (papá de Angeles), sino porque conozco a la familia desde hace 40 años. No voy permitir que mancille el nombre de Angeles. Lo que hizo Méndez es de una bajeza pocas veces vista”, denunció el abogado en la puerta de Tribunales.

“Ha dicho que Angeles Rawson no era niña al habérsele sido arrebatado criminalmente la vida. Estoy muy molesto con esta conducta. Al señor Mangeri le voy a respetar el debido proceso y el derecho de la defensa. Pero no voy a permitir que se embarre la cancha”, dijo.

Además recordó que Méndez, “bajo juramento de decir verdad, dijo en un anterior informe que la señorita no tenía lesiones compatibles con ninguna conducta sexual”. “Y ahora, cuando la situación y la verdad salen a luz y se prueba que el asesinato fue en un contexto de agresión sexual en perjuicio de ella, dice que había conductas sadomasoquistas en una niña de 16 años que volvía con toda la plenitud a su hogar y le fue quitada la vida por un asesino. No voy a permitir que se olviden quién es la víctima: es Angeles Rawson”, remató.

Al respecto, Lanusse sostuvo que el informe de la segunda junta “es concluyente y terminante” y, sin dar detalles para preservar “la intimidad de Angeles y el dolor de la familia”, insistió: “Angeles murió estrangulada por su agresor sexual”.

“Sería mejor que Méndez se acuerde de que es perito y no abogado defensor, que tiene que tener respeto a la ciencia y a la ética de la ciencia, y que se dedique a trabajar en el expediente, que es lo que tiene que hacer”, indicó. Para Lanusse, “lo que hizo Méndez fue de una bajeza que le acabo de presentar al señor juez (Javier Ríos) para que tome conocimiento de lo que ocurrió”.

“Yo soy parte y como parte estoy recontra caliente, porque estas cosas no se tienen que permitir, así no se tiene que ejercer la profesión”, expresó el abogado Lanusse, quien concluyó: “No voy a permitir que a través de los medios se tergiverse la verdad”. Por la noche, el abogado Marcelo Biondi, uno de los defensores de Mangeri, tuvo que salir a aclarar que las afirmaciones de Méndez “no tienen nada que ver con la estrategia de la defensa”.