A sólo tres días de haber sido liberados en el marco de una investigación por portación de armas, dos barrabravas de Independiente estaban siendo buscados ayer por la policía. Ambos están sospechados de haber protagonizado un tiroteo en el cual resultó asesinada una mujer que quedó en el medio de los disparos. En el tiroteo, protagonizado aparentemente por facciones de la hinchada del club de Avellaneda, también resultó herida otra mujer. El episodio ocurrió a tres días de la detención y la posterior liberación de una treintena de barras de Independiente que habían sido sorprendidos por un operativo policial cuando estaban a punto de emboscar a una facción rival de la hinchada. Ahora la policía sospecha de dos de los recientemente liberados como los protagonistas del tiroteo que dejó el saldo lamentable de una mujer asesinada y otra herida, fuera de peligro.

El lunes a la noche, dos integrantes del sector de la barra de Independiente que lidera César “Loquillo” Rodríguez llegaron al Barrio 4 de Junio, a pocos metros del estadio Libertadores de América, en la localidad bonaerense de Avellaneda, a bordo de un Volkswagen Gol Trend rojo. Enseguida comenzaron a disparar sus armas contra las vivendas ubicadas en la calle Mansilla y Limay. Alertadas por los disparos, dos mujeres, residentes de ese barrio, salieron de sus casas para tratar de calmarlos, ante la posibilidad de que hirieran de un balazo a un inocente. En medio de los disparos, Lorena Morini, de 39 años, recibió un balazo en el abdomen cuando bajaba por una escalera del edificio donde residía. Por ese motivo tuvo que ser trasladada de urgencia al Hospital Fiorito, donde murió horas después a causa de las graves heridas. En tanto, la otra mujer, identificada como Ema Escalante, de 42 años, recibió un balazo en una de las piernas y fue asistida en ese mismo hospital, pero se encontraba fuera de peligro. De acuerdo con la versión policial, la agresión se debió aparentemente a una disputa de territorio por negocios ilícitos entre los atacantes y algunos residentes de la zona. Los dos delincuentes involucrados en el episodio huyeron tras los disparos.

Según los investigadores, se trata de dos integrantes de la facción del Loquillo Rodríguez, que estuvieron presos algunas horas y luego liberados el viernes cuando se habían apostado en una vivienda desocupada frente a la cancha de Independiente, armados con pistolas, revólveres y facas, para emboscar a otro sector de la hinchada, horas antes del partido que su equipo iba a disputar contra Unión de Santa Fe. La disputa interna en la barra del club de Avellaneda es protagonizada por César “Loquillo” Rodríguez, que desplazó a Pablo “Bebote” Alvarez. En la semana previa al partido, Bebote había advertido sobre la intención de regresar al estadio junto a sus laderos para ocupar la tribuna local. Enterada, la Bonaerense montó un operativo temprano que descubrió a 37 barras armados en una propiedad desocupada frente a la puerta 4 de acceso al estadio. La policía secuestró dos pistolas calibre 9 milímetros, un revolver calibre 38, otro calibre 32 y unas diez facas. Por falta de garantías, el partido que se iba a disputar el viernes a la noche fue suspendido.

Luego de permanecer detenidos menos de 24 horas, la Fiscalía 5 de Lomas de Zamora decidió liberar a los 37 barras “al no encontrar elementos para imputarlos por tenencia de armas”, explicó su abogado. En un primer momento, habían sido liberados diez barras, porque varios de ellos eran menores y otros eran ajenos a los acontecimientos. El resto, que permaneció sólo algunas horas más, tenía antecedentes por uso de armas de fuego, robos a mano armada, robo de automotor y tentativa de robo calificado.