SOCIEDAD
Las dos siamesas que comparten el corazón y luchan contra la muerte
Nacieron en el Hospital Fernández. Están unidas por el tórax y el abdomen. Tienen un solo corazón con malformaciones que les impediría sobrevivir. Nacen siameses cada 75 mil partos.
Los médicos que las atienden admiten que, probablemente, morirán: las dos hermanitas siamesas nacidas ayer en el Hospital Fernández comparten un solo corazón que a su vez está malformado, por lo cual su normal desarrollo parecía “inviable”, y desde ya no se prevé ninguna operación que permitiera separarlas; están unidas por el tórax y el abdomen. Mientras tanto, en la noche de ayer, sobrevivían sin respirador artificial. Los expertos señalan que no hay un factor específico vinculado con el riesgo de dar a luz siameses, salvo quizá la edad de la madre, que por lo demás se vincula con diversas malformaciones congénitas (ver nota aparte).
Las nenas nacieron ayer a la mañana en el Fernández, adonde la madre había sido derivada hacía una semana desde Santiago del Estero. Los padres prefirieron mantener sus datos en reserva y las nenas todavía no recibieron nombre.
Las bebas están unidas desde el pecho hasta el vientre; comparten el corazón, el hígado y el intestino delgado. “El corazón tiene malformaciones muy complejas que hacen poco factible la posibilidad de sobrevida”, señaló Liliana Botta, directora del Hospital Fernández y, a su vez, especialista en vida intrauterina. Los sectores derecho e izquierdo del corazoncito se comunican entre sí, lo cual hace que se mezclen la sangre arterial y la venosa. Botta observó que “ya antes del parto, el punto álgido estaba en el problema cardíaco”, que apuntaba a “que las dos niñas no iban a ser viables”.
El nacimiento tuvo lugar mediante una operación cesárea “más compleja que la habitual, ya que el tamaño y la posición de las niñas generó una extracción muy dificultosa”, agregó la doctora Botta. Anoche, la madre se reponía satisfactoriamente.
Ambas bebas pesaron en conjunto cuatro kilos y medio y se hallaban “estables”, según el parte médico de la tarde de ayer, sin necesidad de asistencia mecánica para respirar. No se preveía la posibilidad de separarlas: “Si bien se pensó en hacerlo, no es posible con el corazón en esas condiciones”, explicó la directora del Fernández.
El nacimiento fue asistido por un equipo que, además de neonatólogos, cardiólogos y terapistas intensivos del Fernández, incluyó especialistas en medicina materno-fetal del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Enrique Gadow –director de investigaciones en Cemic y participante en el Estudio Colaborativo Latinoamericano de Malformaciones Congénitas (Eclamc)– explicó a este diario que “como la frecuencia del nacimiento de siameses es tan baja, resulta muy difícil establecer factores de riesgo, si es que los hay; probablemente, una edad relativamente avanzada de la madre incremente el riesgo”.
En los hospitales de América del Sur, la frecuencia de siameses es de uno por cada 75 mil nacimientos, “lo cual no difiere significativamente de los valores mundiales, estimados en uno cada 50 mil”, señaló Gadow. En el 75 por ciento de los casos, se trata de mujeres (ambos siameses son siempre del mismo sexo, ya que proceden del mismo óvulo fecundado). Uno de cada 600 embarazos de gemelos da lugar al nacimiento de siameses; la mayoría, casi dos tercios, son “toracópagos”, unidos por el tórax, y en estos casos “el pronóstico generalmente no es bueno; siempre depende de qué órganos estén comprometidos”, agregó el investigador del Cemic.
El 21 de junio se registró otro nacimiento de siamesas en la Argentina; fue en San Juan, y fallecieron a mediados de este mes.