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“Somos la energía que resistió y venció al menemismo y que hoy refuerza su compromiso con la tarea de construir una sociedad integrada y solidaria, igualitaria y creativa. Vamos a ganar”, arengó ayer a su tropa Aníbal Ibarra en el lanzamiento formal de la campaña de Fuerza Porteña, la coalición con la que irá en busca de su reelección el próximo 24 de agosto. El jefe de Gobierno se presentó rodeado de los principales candidatos de la coalición y todo apuntó a transmitir al electorado que la alianza que lo respalda reúne a “todo el espacio popular y progresista” de la ciudad. O lo que sería lo mismo: que es la antítesis del arco político que representa Mauricio Macri, a quien Ibarra le puso el mote de candidato de “lo peor de la derecha”.
El lanzamiento de Fuerza Porteña fue totalmente diferente al que la coalición realizó hace tres meses, antes de que la jueza María Romilda Servini de Cubría volteara definitivamente la convocatoria a elecciones el 8 de junio. El acto fue en el Coliseo. En eso los organizadores no se equivocaron: si hubieran optado como aquella vez por el Paseo La Plaza, más de la mitad de la gente habría quedado afuera de la sala.
Entonces, Fuerza Porteña no contenía a todos los sectores que reúne ahora, a partir del apoyo pleno del kirchnerismo a la reelección de Ibarra. Como el mismo ex fiscal se encargó de destacar en su discurso, la coalición tiene ahora “la fuerza del ARI, el socialismo, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y de un amplio sector del peronismo”. Y para que quedara claro agregó: “Estamos los mismos que cuando pedimos renovar la política con Lilita Carrió y Néstor Kirchner”. La chaqueña lo escuchó en persona, sentada en la primera fila. En representación del santacruceño sólo hubo dirigentes de segunda línea.
El otro protagonista del acto, además de Ibarra, fue Macri. Presente en los cantitos desde temprano, el jefe de Gobierno tuvo palabras para su adversario en más de una ocasión. “Vamos a luchar contra quienes desprecian lo público y siempre se lo han apropiado”, dijo de entrada. Más adelante lo mencionó ya en forma directa: “Lo peor de la derecha va a defender a los que sostuvieron al menemismo, va a defender a Macri y a quienes lo apoyan, como (Miguel Angel) Toma. Quieren dar el último combate para frenar los cambios que se están dando en el país”.
No fue ese el único tramo de su discurso en que Ibarra combinó guiños hacia Kirchner con golpes para el empresario. En un momento destacó la posición que asumió el santacruceño en el caso de las violaciones a los derechos humanos cometidas por los militares e inmediatamente se preguntó: “¿Le escucharon decir lo mismo a otro candidato? No lo van a escuchar porque así como Menem quiso tapar las investigaciones, los que hoy llevan su pensamiento hicieron negocios con la dictadura?”.
Como prometieron sus organizadores, el acto tuvo algunos toques diferentes a lo que suele ser habitual. Por ejemplo, la pequeña orquesta que animó la espera en el hall mismo del teatro y con la que todos se sorprendían al llegar. Se trataba de “un set de vientos y percusión” –tal la definición que dio un ibarrista entendido en cuestiones musicales–, que a juicio de otro seguidor del ex fiscal no hacía otra cosa que “la misma música que el Tula, pero con partitura”.
Con lo que todos quedaron conformes, y que también fue distintivo, fue con el video que los encargados de la comunicación de Ibarra prepararon como plato fuerte del acto. El video, proyectado en una triple pantalla ubicada al fondo del escenario, combinó imágenes de la gestión de Ibarra con conceptos de su compañero de fórmula, Jorge Telerman, y de los principales candidatos de Fuerza Porteña, como el economista de la CTA Claudio Lozano, la kirchnerista Juliana Marino, el frentista Ariel Schifrin, el socialista Norberto La Porta y Fernando Melillo, del ARI. Ibarra convocó a votarlos para “acompañar este proceso de transformación”. La otra cosa que fue distinta con respecto a los actos de los partidos tradicionales –porque como más de uno admitió “esto jamás hubiera pasado en un acto del PJ”– fue que a mitad del discurso, un grupo de no más de seis trabajadores de Brukman desplegó una amplia bandera con la leyenda “Brukman es de los trabajadores” y una mujer de la textil subió al escenario a increpar a Ibarra. “Sigamos con el encuentro y no caigamos en ninguna provocación”, reaccionó el ex fiscal y pronto tuvo el aliento de toda la concurrencia y no ya sólo de los palcos altos, donde lo que llamó la atención fue una gran bandera de Boca Juniors que afirmaba “La Boca es de Ibarra”. “La gorda (por la mujer que subió al escenario) es de Macri/ oh, oh, oh, oh...”, estalló el Coliseo en pleno, y el jefe de Gobierno aprovechó para una nueva carga contra el empresario: “Sabemos de la campaña sucia a la que estamos sometidos. Ellos tienen los recursos para hacerla”.