SOCIEDAD › DENUNCIAN QUE HAY CAJERAS QUE NO PUEDEN IR AL BAÑO
La polémica está en pañales
“El trabajo ha llegado a tal precariedad en la Argentina que yo, en principio, sí creo sobre esas cosas”, admitió Carlos Tomada, ministro de Trabajo, sobre la denuncia de que en supermercados de Mendoza se obligaría a las cajeras a usar pañales para que no vayan al baño. Aunque todavía no está claro, Tomada consideró que el tema debe investigarse. La denuncia fue lanzada por el titular de la CGT mendocina y generó polémica porque el gremialista no identificó a las empresas que estarían involucradas. Tanto el titular del sindicato de Empleados de Comercio de esa provincia como la Cámara Argentina de Supermercados lo acusaron de hablar “sin fundamentos”.
Guillermo Pereira, secretario general del Centro de Empleados de Comercio de Mendoza, exigió que Eduardo Córdova, secretario general de la CGT local, dé “precisiones”, ya que “habló sin ningún argumento y ahora no quiere informar qué es lo que realmente sabe”. Y agregó que muchas cajeras “deben soportar chistes e insinuaciones y momentos de vergüenza por este tema”.
Ayer, Córdova ratificó la denuncia según la cual en supermercados mendocinos se obligaría a las cajeras a usar pañales para no perder tiempo al ir al baño durante la jornada laboral. La presentación fue formulada ante la Subsecretaría de Trabajo del gobierno de Mendoza el 21 de julio, en base a “varias denuncias anónimas” en las que no se mencionan los nombres de los locales comerciales, aclaró Córdova.
“No entendemos por qué, en la denuncia, no se menciona qué cadena de supermercados es”, observó la subsecretaria de Trabajo mendocina, Sandra Varela. El ministro de Trabajo de la Nación no la desestimó, e incluso, planteó que “frente a la denuncia concreta, hay que realizar en forma inmediata una inspección en el lugar”.
La Cámara Argentina de Supermercados, en tanto, manifestó “asombro” y consideró a la denuncia como “irreal y sin fundamentos” y que “representa un grave perjuicio para todo el sector supermercadista”. No es la primera vez que surgen denuncias sobre malos tratos a empleadas. La fábrica de calzados Sáenz Hermanos, de la provincia de Mendoza, en 1994 debió retirar del baño de empleadas una cámara de video y un reloj donde las obligaba a fichar. En otros lugares del país, concesionarios de transporte fueron denunciados por impedir que las empleadas de boletería fueran al baño. En 1997, el supermercado Wall Mart hizo desnudar a 36 cajeras por sospechas de robo y en 2001 un fallo judicial lo obligó a indemnizarlas.