“Bienvenido a la escuela pública”, decía el e-mail que muchos padres recibieron tras la inscripción on line de sus hijos, en noviembre pasado. Pero ahora, como una mala jugada del destino (o del sistema), fueron contactados por el mismo Ministerio de Educación de la Ciudad para informarles que no tienen aquella vacante por “errores en la asignación”. Según el gobierno porteño, hay 15 mil personas que aún no tienen confirmada su vacante, pero el número de reclamos en las escuelas habilitadas para esa gestión supera los 24 mil, informaron en la Defensoría del Pueblo. Hoy habrá una movilización de docentes, familiares, gremios y organizaciones sociales para entregar en el ministerio un petitorio con diez mil firmas y reiterar el pedido de audiencia con el ministro Esteban Bullrich.

“El jueves pasado me llamaron a las 20.30 desde el ministerio para decirme que la nena no tenía la vacante porque se la habían dado al hermano de un chico que concurre a ese establecimiento. Me dijeron que quedaba en lista de espera cuando ella ya estaba estudiando para hacer la nivelación. En la escuela me vendieron todo: la remera, el cuadernillo de ejercicios y me hicieron pagar el año de cooperadora”, cuenta a Página/12 Marcelo Alejandro Tejera, padre de una alumna que tenía una vacante confirmada para primer año de la Escuela de Comercio Nº 2 D.E. 1º Bermejo, y ahora volvió a fojas cero.

Tejera concurrió con su hija a hacer la inscripción en forma presencial en noviembre y recibieron la confirmación de la vacante en la misma escuela el 9 de diciembre. Según él, en ese momento, las autoridades les dijeron que todos los hermanos de alumnos estaban contemplados, una de las prioridades que marca el reglamento escolar.

“Ya hice el reclamo y todavía no tuve ninguna noticia. Lo peor es la parte psicológica. Te dicen que entrás y después que quedás afuera, todo sin explicarte cómo tomaron la determinación, qué lógica usaron. Yo me iba de vacaciones esta semana y ahora me tengo que quedar a luchar por la vacante. Es absurdo y ridículo. Me llamaron a las 20.30 ¿Y si no estábamos qué pasaba? Teníamos la reunión de padres los primeros días de febrero”, protesta el padre.

Otro caso que revela problemas con las vacantes en escuelas secundarias es el del hijo de María Elena Codevilla que, si bien tenía su lugar confirmado para primer año de la Escuela Técnica

Nº 35 D.E. 18º, ahora quedó en lista de espera. “Yo hice el trámite on line, llevé todos los papeles y el 9 de diciembre me llamaron para informarme que la vacante no había sido asignada pero que tenían espacio en el turno tarde, con lo cual confirmé esa vacante. Al día siguiente me llegó el e-mail que decía ‘Bienvenido a la escuela pública’ y me dijeron que lo único que tenía que hacer era presentarme el primer día de clases. Sin embargo, el jueves pasado a las 19.10 me llamaron de un número desconocido diciéndome que, como mi hijo figuraba en la lista de espera, me estaban llamando por la vacante.”

“Me decían que me ofrecían una vacante como para que la agarrara y yo defendía la que ya tenía, según el e-mail que me habían mandado. Al día siguiente hice el reclamo en el ministerio y la Defensoría del Pueblo y hoy (por ayer) fui a la Defensoría General de la Ciudad. El sistema no era apropiado porque no contemplaba el ingreso directo ¿Y ahora qué hicieron? ¿Barajaron y dieron de vuelta a nuestras espaldas? Es mucha angustia porque no te saben decir qué va a pasar”, agrega Codevilla.

Francisco Solano Garcete, papá de un nene con vacante confirmada para primer grado de la Escuela Nº 22 D.E. 4º también reclama por más transparencia. “Yo vivo en San Juan al 200 y anoté a mi pibe en la primaria de Humberto I al 300, o sea a menos de una cuadra. Cumplí con los requisitos: hice la inscripción on line, me dieron un número de postulante, llevé la documentación y el 9 de diciembre estaba asignado. Confirmé la inscripción, me llegó el e-mail y cerca de Navidad me llaman diciendo que mi hijo cambiaba de categoría y pasaba a lista de espera. Cuando fui a llevar los papeles al colegio, el director me explicó que había 25 lugares en primer grado, la mitad de los cuales estaba cubierto por casos de ingreso directo de hermanos de chicos de la escuela, hijos de docentes o niños con tutela judicial. Ahora, fuera de esos 12, ¿cuántos otros pibes hay que vivan más cerca que el mío?”, reclama Solano Garcete.

El reclamo colectivo volverá a expresarse hoy, a las 11.30, frente a la sede de Paseo Colón del Ministerio de Educación. Los manifestantes presentarán un petitorio que ya reunió diez mil firmas e intentarán que el ministro de Educación, Esteban Bullrich, los reciba.

Informe: María Julieta Rumi.