El camión de patente brasileña BAT 2442 de la empresa ACM Transp. Corp., que protagonizó el trágico choque en Mendoza cuando circulaba en contramano, el viernes pasado, era conducido por Genésio Mariano, tal como informó un gerente financiero y administrativo de la empresa de transportes a la prensa del estado paranaense, de donde provenía el vehículo. Una serie de interrogantes o curiosidades pasaron a rodear a partir de entonces al chofer, ya que en forma contundente, Edenilso da Silva, el mentado gerente, afirmó que el camión había sido robado porque Mariano trabajaba desde hacía cuatro años para la empresa y conocía el camino a la perfección. El robo, claro, habilita en forma inmediata la justificación empresarial que va, paradójicamente, a contramano de los testimonios de automovilistas que se cruzaron en el camino del BAT 2442 hasta tres horas antes del luctuoso choque. A las denuncias sobre el estado de ebriedad del conductor que realizaron al menos dos personas ese día se le suma el kilometraje recorrido por Mariano: el miércoles, dos días antes del choque, el camión entraba a Argentina por Bernardo de Irigoyen, al Este de Misiones, y recorría 2150 kilómetros hasta llegar a la hacienda donde realizó su cargamento de ajo, y a casi 60 kilómetros de donde terminaría su carrera.

El gerente Edenilso da Silva informó que el chofer del camión se llamaba Genésio Mariano, era brasileño, tenía 35 años y trabajaba desde hacía cuatro años para la empresa ACM con sede en la ciudad de Realeza, del Estado de Paraná. Pero instaló la certeza de que el conductor del camión al momento del choque no era Mariano, porque éste ya conocía el recorrido. El martes pasado, a bordo del camión con patente BAT 2442, Mariano partió de la base de ACM, en dirección a Dionisio Cerqueira, del estado sureño de Santa Catarina, limítrofe con la ciudad misionera de Bernardo de Irigoyen, en la Argentina, sobre el río Uruguay. El miércoles se registró su ingreso al país. Desde allí, Genésio Mariano atravesó siete provincias argentinas, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza, a lo largo de 2150 kilómetros, para llegar un día después a Villa Amelia, un barrio del municipio de Luján de Cuyo, que bordea por el sur la ciudad de Mendoza.

Allí, en una hacienda, recibió su cargamento de ajo, junto con otros dos camiones de la misma empresa, que habían cumplido el mismo trayecto y que regresarían junto con Mariano en una caravana de tres. De acuerdo con testimonios de vecinos de Villa Amelia, a las 14.30 del viernes, los tres camiones partieron juntos en la misma dirección. El de Mariano iba en el segundo lugar. Los testimonios que recoge la prensa local son contradictorios. Algunos señalan que los conductores se detuvieron a cargar víveres y que no compraron bebidas alcohólicas; otros sostienen que estuvieron en el galpón unas horas, el tiempo suficiente para estibar su cargamento de ajo, y salir después de haber realizado un viaje de menos de dos días, que normalmente lleva cuatro. Y otros sostienen que Mariano estaba ebrio.

Quienes hicieron esta afirmación es porque se cruzaron en sendos incidentes con el mismo Mariano. Uno es conductor al que el camión con patente BAT 2442 le rozó el auto provocando un altercado. El otro, un encargado de una playa de estacionamiento. Ambos tuvieron al menos un enfrentamiento verbal con el conductor del camión ya en la ciudad de Mendoza, a unos 40 kilómetros de donde había partido y donde se conectan el Acceso Sud y el Acceso Este. Para hacerse una composición de lugar, basta decir que el Acceso Sud conecta Luján de Cuyo con la capital provincial, y que en un punto esta autopista cruza el Acceso Este, a través del cual la caravana debía retornar hacia Realeza, y que en ese trayecto es que se produjo la tragedia.

De acuerdo con la denuncia del conductor Sergio González, tal como se informó ayer, Mariano le rozó el auto. El incidente se produjo alrededor de las 15 del viernes. Según relató González al diario Los Andes, se dirigía hacia Mendoza por el Acceso Sur, para continuar por la avenida Mitre, continuación del acceso, cuando se topó con un camión que cerraba el paso. Creyó que estaba haciendo una maniobra para doblar, pero cuando vio que no se movía, avanzó con su auto para rodearlo. En ese momento el camionero lo encerró. González le tocó bocina y retrocedió, pero el camión siguió retrocediendo y lo rozó. En ese momento, el camionero bajó y se le fue encima moviendo sus manos como si le fuera a pegar. “Se lo veía borracho”, dijo el automovilista. Después vio que el camión seguía y entraba en la calle Bandera de los Andes, que es paralela al Acceso Este, que finalmente tomaría. A pocas cuadras tuvo un incidente semejante con un cuidador de una playa de estacionamiento.

Como curiosidad, ninguno de los dos testimonios menciona que hubiera otros dos camiones. Desde ese sitio hasta el lugar del choque hay unos 20 kilómetros. Según sostuvieron los dos compañeros en versiones periodísticas locales, se detuvieron en la aduana de Palmira, ubicada a escasos kilómetros del autódromo municipal Jorge Angel Penna, y se sorprendieron cuando vieron que su colega giraba y retomaba Acceso Este. En esas declaraciones no se menciona si retomaba por la mano que correspondía o a contramano. Dijeron que lo llamaron en tres oportunidades. En las dos primeras, Genésio Mariano les respondió que estaba todo bien, contradiciendo de ese modo la versión de la propia empresa.

En la tercera, ya no contestó.