Padres, docentes, legisladores, dirigentes sociales y vecinos realizaron un abrazo simbólico al Instituto Félix Bernasconi para protestar por la construcción de aulas en pasillos del establecimiento, cuyos avances ahora están frenados por el amparo dictado por la Justicia porteña. En el Bajo Flores, un padre interrumpió la descarga de cemento en el patio de una escuela, al pararse en medio del material fresco, aunque voceros del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires aseguraron a este diario que “docentes de UTE impidieron el avance de obra en una escuela que se está construyendo”. En tanto, quedó confirmado que el 26 de febrero en la Legislatura porteña se realizará una sesión especial dedicada enteramente a los conflictos educativos y en la cual la oposición tratará, entre otros proyectos, un pedido de interpelación para que el ministro de Educación, Esteban Bullrich, se presente en el recinto el 28 de este mes.

El abrazo al Bernasconi se realizó por la mañana, con la presencia de padres, docentes, dirigentes sindicales de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y de Ademys, vecinos, legisladores porteños como Virginia González Gass y Marcelo Ramal y referentes sociales. Las obras fueron detenidas luego de que la jueza Elena Liberatori concediera el amparo solicitado por González Gass. De la manifestación participaron docentes del turno mañana, que se encontraban dentro del edificio y debieron insistir para que la seguridad del lugar, que había cerrado el lugar, les permitiera salir. “La coordinadora general del Bernasconi pidió que los maestros que estaban dentro, porque desde el 13 todos nos reincorporamos a la actividad, no se sumaran, y que si alguno lo hacía, se sacara el guardapolvo”, contó a este diario la docente Paula Acosta, quien también es madre de alumnos del Bernasconi.

La protesta refería la construcción de aulas en pasillos y espacios de evacuación no sólo por el carácter de monumento histórico del edificio, sino, dijo Acosta, porque “no es posible que los chicos se hacinen porque se inscribió mal”. “Las aulas se hicieron básicamente porque el sistema de inscripción online funcionó mal y se dieron más vacantes de las que puede albergar el colegio”, aseguró. Por su parte, la secretaria de Educación de Ademys, Laura Marrone, denunció que a sólo cinco cuadras del Bernasconi, en la Escuela Nº 2, “hay sólo cinco chicos inscriptos en primer grado” porque “no dejaron inscribir a los chicos de la provincia” de Buenos Aires.

En tanto, el padre de tres alumnos que asisten a la escuela primaria número 23, ubicada en Varela y Chilavert, interrumpió la descarga de cemento en el patio del establecimiento parándose en medio del material. “Pasé hoy por acá y vi que estaban tirando cemento en el medio del patio; cuando me dijeron que estaban por poner las aulas container les pedí que no lo hicieran, pero la única forma viable de parar la obra fue pararme arriba del cemento”, dijo el hombre llamado Iván. Además de él, varios padres y docentes asistieron al colegio al enterarse del intento de colocación de ocho “equipamientos modulares y un núcleo sanitario”, de acuerdo con el pliego de especificaciones técnicas del gobierno porteño, como parte del plan para suplir la falta de vacantes. En el lugar, además de la escuela Nº 23, especializada en educación física, funcionan los jardines 5 y 9; los tres establecimientos comparten el patio en el que se descargaba cemento.

Consultados respecto del episodio, voceros del Ministerio de Educación aseguraron a este diario que “docentes de UTE impidieron el avance de obra de una escuela, que va a permitir tener 200 vacantes”. “Eran varios docentes del gremio UTE que impidieron el avance en donde se está emplazando”, agregaron.

Por otra parte, fue confirmada para el miércoles 26 de febrero la sesión especial en la Legislatura porteña para tratar proyectos presentados a lo largo de los más de cien días que lleva lo que la oposición porteña define como “el conflicto educativo”. “Tenemos el consenso de 32 legisladores de la oposición, con lo que tenemos quórum para la sesión sin necesidad de contar con los 28 legisladores del Pro”, explicó a Página/12 la legisladora Lorena Pokoik.

La legisladora explicó que se tratarán distintos proyectos, entre ellos un pedido de interpelación para el ministro Bullrich, que, de ser aprobado, llevaría al funcionario ante el recinto el viernes 28 de febrero. Los demás proyectos refieren “el pedido de auditoría especial sobre infraestructura escolar, aulas containers, sistema de inscripción online y relevamiento de inmuebles ociosos que puedan ser usados para función educativa”, la creación de “una comisión especial de seguimiento de las obras y funcionamiento de la inscripción” y “pedido de informes por los inconvenientes producidos a padres y alumnos por la inscripción online”.