Los equipos de rescate recuperaron ayer seis nuevos cuerpos del interior del ferry surcoreano Sewol, que naufragó en el Mar Amarillo el pasado 16 de abril, lo que elevó el número de muertes confirmadas a 244 y deja hasta el momento 58 desaparecidos. Mientras tanto, la presidenta surcoreana, Park Geunhye, visitó la isla de Jindo, donde se alojan muchos familiares de las víctimas del hundimiento a la espera de que los buzos recuperen los cuerpos de sus seres queridos.

En el decimonoveno día de operaciones tras el accidente, el equipo de buceadores de la Marina y la Guardia Costera logró recuperar seis cuerpos de compartimientos del cuarto piso del Sewol. Los últimos días de trabajo estuvieron signados por fuertes rachas de viento que incrementaron la violencia del oleaje y complicaron las operaciones de búsqueda.

También aumentó la preocupación sobre la posibilidad de que muchos cadáveres hayan sido arrastrados por la corriente y no puedan ser recuperados, ya que en días pasados distintos cuerpos fueron localizados a varios kilómetros de distancia del barco hundido.

En su segundo viaje al lugar después de la tragedia, Park mantuvo ayer un encuentro con docenas de familiares de las víctimas y aseguró sentirse “definitivamente responsable del accidente, así como de la gestión que se ha hecho posteriormente”.

Durante el breve encuentro, Park prometió “realizar los máximos esfuerzos en las operaciones de rescate hasta el último momento” y castigar severamente a los responsables directos. Varios tripulantes, incluido el capitán, y representantes de la operadora de la nave, Chonghaejin Marine, han sido detenidos y acusados de no ayudar a los pasajeros a escapar del naufragio o de sobrecargar la nave.

En tanto, a pedido del padre de algunos de los estudiantes del colegio secundario Danwon fallecidos, los medios de comunicación surcoreanos difundieron un video que Park Su-hyeon, de 17 años, grabó con su teléfono celular desde el barco. En la grabación, se lo puede ver junto a algunos de sus compañeros de buen humor en el momento en que el ferry comenzaba a inclinarse hacia su costado derecho.

Luego de más de once minutos donde se toman con gracia el accidente, cuando reciben la orden de colocarse los chalecos salvavidas, comprenden la gravedad de la situación. “¿Tenemos que ponernos los chalecos salvavidas? ¿Esto quiere decir que el barco se hunde?”, se pregunta uno de los jóvenes, mientras se puede ver a otro, desesperado, que también se interroga: “¿Qué hace el capitán?”.

La compañía había comprado la embarcación en 2012, cuando ya contaba con 18 años de servicio, y mandó a construir cabinas adicionales que le habrían quitado a la nave equilibrio y capacidad de resistencia al oleaje. El capitán del ferry, de vacaciones al momento del accidente, declaró a los investigadores del caso que había advertido a Chonghaejin Marine que el barco tenía graves problemas de estabilidad.

El transbordador, que cubría la ruta entre la ciudad de Incheon, al oeste de Seúl, y la isla meridional de Jeju, se hundió en la costa suroeste del país con 476 personas a bordo, con 325 estudiantes y 14 profesores del colegio secundario Danwon, de la localidad de Ansan, al sur de la capital surcoreana.