El maquinista Marcos Córdoba, que conducía el tren que se estrelló contra la estación de Once, con un saldo de 51 personas muertas, el 22 de febrero de 2012, seguirá en libertad mientras dure el juicio oral, ya que fue desestimado por el tribunal el pedido de una de las querellas. Los magistrados consideraron ayer, en la decimotercera audiencia oral, que “no hay riesgos procesales” que justifiquen revocar la excarcelación de la que gozan Córdoba y los restantes 28 imputados por la tragedia, por lo que no evalúan riesgo de que se fugue. A su vez, se denegó el cambio de calificación de estrago culposo a doloso, solicitado por una de las querellas.