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Por M. C.

Todavía la despenalización del aborto en los casos en que media la decisión autónoma de la mujer es rechazada por la mayoría de la población, según surge de una encuesta encargada por el CELS, Cedes y FEIM. El 66 por ciento está en desacuerdo con la interrupción si la mujer quedó embarazada porque falló el método anticonceptivo; la desaprobación desciende al 61 por ciento si la mujer no quiere tener un hijo en ese momento de su vida y baja al 59 por ciento si la mujer y su familia carecen de recursos económicos para criar a un bebé. En cambio, la mitad aprueba la legalización en los casos en que la salud mental de la mujer es afectada por el parto o la crianza de un bebé.
“Yo esperaba que a partir de la crisis de 2001, la legalización del aborto por problemas económicos tendría mayor adhesión”, señaló Mabel Bianco, directora de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). Al comparar los resultados de la encuesta con los de un estudio de opinión sobre el tema realizado en 1994 para el Consejo Nacional de la Mujer, se observa que en 9 años aumentó apenas 6 puntos el apoyo a la despenalización en casos en que fallan los anticonceptivos: de 19 por ciento pasó a 25 por ciento. Se ha mantenido estable, por otra parte, el consenso en torno de la legalización del aborto cuando no se quiere tener un hijo por falta de deseo o por dificultades económicas, cuya aprobación es del 29 por ciento.
Casi la totalidad, el 97 por ciento, dijo estar de acuerdo con que las mujeres y los varones tengan la posibilidad de decidir libremente cuántos hijos tener y cuándo. El 91 por ciento contestó que aprueba que las mujeres, en caso de violación, puedan tomar medicamentos para evitar un embarazo.
La encuesta fue realizada por la consultora kNACk Nun Adrogué Caruso S.A. sobre una muestra de 303 personas mayores de 18 años de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, entre el 31 de julio y el 6 de agosto último. El 76 por ciento de los consultados dijo profesar el catolicismo; el 9 por ciento, otras religiones (evangélica, judía o protestante) y el 15 por ciento, ninguna. Al preguntarles sobre la frecuencia con que concurren a una iglesia o a un templo, el 20 por ciento respondió “al menos una vez a la semana”, un porcentaje similar “de una a tres veces al mes”, 32 por ciento, “muy raramente”, y el 27 por ciento, “nunca”. El 42 por ciento pertenecía a un nivel socioeconómico bajo, el 52 por ciento a sectores medios y el 6 por ciento, al nivel alto; 54 por ciento fueron mujeres y 46 por ciento, varones.