En medio de escenas de dramatismo durante el rescate de los pasajeros del ferry Norman Atlantic, incendiado el domingo pasado, frente a las costas de Albania, las autoridades italianas informaron el hallazgo de diez cuerpos. Un total de 427 personas fueron trasladadas con vida hasta la costa. Aún se mantiene la incertidumbre sobre el número real de personas que viajaban en el Atlantic, con lo que no se tiene certeza sobre la cantidad de víctimas fatales.

“En total, 427 personas, incluidos 56 tripulantes, fueron evacuados y se encuentran sanos y salvos”, informó el lunes el ministro de Transportes italiano, Maurizio Lupi, en una conferencia de prensa que dio en conjunto con la ministra de Defensa italiana, Roberta Pinotti.

El número que arroja el rescate, donde habrían 427 rescatados y 10 muertos, deja un saldo de 437 pasajeros, algo que suscita dudas ya que faltan 41 con respecto a lo indicado en el listado que posee la empresa. Lupi instó, sin embargo, a tomar con prudencia la lista del barco. El ministro consideró “totalmente prematuro hablar de desaparecidos” dado que “en la lista de embarque los pasajeros eran 478, pero algunos de los nombres de las personas salvadas no figuraban en aquella lista”.

Por su parte la ministra de Defensa añadió que continuará la búsqueda. Según lo especificado por el ministro de Transportes, de los 371 pasajeros evacuados, 234 son griegos, 54 turcos, 22 albaneses, 22 italianos y 10 suizos.

El comandante del ferry, de 62 años, identificado como Argilio Giacomazzi, fue el último en abandonar el barco. Giacomazzi declaró que “se ha escrito una página interesante y bella sobre la seriedad, pero también una página dramática por lo ocurrido y que llena el corazón de dolor por las víctimas”.

Las autoridades marítimas italianas, griegas y albanesas trabajaron conjuntamente a contrarreloj y en condiciones meteorológicas adversas, para salvar a las personas a bordo, que estuvieron atrapadas durante cerca de 34 horas en la cubierta del ferry, azotadas por vientos glaciales y envueltas en un humo espeso que dificultó la labor de los socorristas. También participaron del rescate buques mercantes de Singapur, Malta, Italia y Liberia.

Unos 50 pasajeros rescatados llegaron este lunes por la mañana a Bari (sudeste de Italia), visiblemente agotados, a bordo del buque Spirit of Piraeus, de bandera singapurense, según las autoridades italianas. Otros pasajeros, unos 70, fueron dirigidos hacia puertos italianos como Otranto y Brindisi o al puerto griego de Igoumenitsa.

En Bari, una de las pasajeras se mostró muy crítica con la tripulación del transbordador. Contactada por un canal italiano, denunció la supuesta falta de preparación de la tripulación y lamentó que resultara imposible echar los botes al agua. “Tan sólo se pudo lanzar uno”, afirmó.

Un pasajero griego no tuvo esa suerte. Tras caer al agua junto con su mujer, permaneció cuatro horas en el mar junto a ella, que sobrevivió y contó su calvario. “Vi morir a mi marido. Intenté salvarlo, pero no lo conseguí”, explicó desde el hospital de Lecce (sudeste de Italia) adonde fue trasladada tras su rescate.

Tras permanecer acorralados en la terraza del ferry, en la proa y a la espera de ser socorridos, la mayoría de los sobrevivientes salieron ilesos del incendio, pero sufrieron de hipotermia o problemas respiratorios, según los socorristas consultados por los medios italianos.

La compañía griega Anek fletó este ferry, de bandera italiana y construido en 2009, que había pasado con éxito una inspección el pasado 19 de diciembre, de acuerdo a lo que señaló Anek. Según el armador italiano, se habría detectado un problema en una de las puertas cortafuegos situada en el puente número 5, precisamente, donde el incendio se declaró.

Pese a las afirmaciones de la empresa, según las cuales el ferry ya había sido reparado, la fiscalía de Bari abrió este lunes una investigación criminal para intentar esclarecer las circunstancias de la tragedia y encontrar a los responsables si es que se puede considerar al siniestro un “naufragio culposo”.