SOCIEDAD

Una nueva batalla en la guerra entre los infractores y la grúa

Otra vez un automovilista se rebeló con violencia contra la empresa que administra el estacionamiento medido en el macrocentro. Se subió a su vehículo y arremetió contra la barrera de salida. Atropelló a un empleado, que resultó con heridas leves.

Enfurecido, irritado al máximo porque la grúa le había llevado su auto, un hombre irrumpió en la playa de infractores, se subió a su vehículo sin pagar el cargo por la falta cometida, apuntó contra las barreras de la salida, atropelló a un empleado e intentó huir. El hecho se produjo el domingo a las 6 de la madrugada, en la playa que la empresa STO tiene junto a la Facultad de Derecho, en la Recoleta. El frustrado justiciero antirremolque fue detenido finalmente a pocos metros del lugar.
El hecho se produjo en la entrada del Centro Municipal de Exposiciones, luego de que el dueño del auto –un hombre de unos 50 años– entró sin ser visto a la playa de Sistema de Tránsito Ordenado (STO), adonde la grúa le había llevado su vehículo. Sin pagar el cargo por acarreo, el enfurecido hombre aceleró su GM Chevette y enfiló hacia las dos barreras de hierro que cierran el paso en el predio.
Cuando escapaba por el acceso que comunica el lugar con la avenida Figueroa Alcorta, le cerró el paso una grúa que casualmente ingresaba. El breve escape terminó ahí: el hombre y el acompañante fueron arrestados y trasladados a la comisaría 19ª.
En su enloquecida fuga, el conductor atropelló a un empleado de STO, un estudiante de ingeniería electrónica que está en la empresa desde hace cinco años. Fue trasladado a un hospital público de la zona y, luego de estar en observación, fue dado de alta.
Al lado del lugar del incidente hay un estacionamiento privado, separado sólo por unas plantas. El supervisor de Operaciones de STO, Hugo Arias, consideró “imposible” que el conductor se hubiera confundido de estacionamiento. Es que a la playa de infractores son trasladados los vehículos mal estacionados en el área que explota STO. La empresa comparte con la firma SEC la concesión del servicio de estacionamiento medido y remoción de vehículos mal estacionados en el micro y macrocentro. Ambas operan el sistema desde 1991 y, aunque el contrato venció en marzo de 2001, el gobierno porteño lo prorrogó hasta que se llame a licitación.
STO y SEC recaudan alrededor de un millón de pesos mensuales por dos vías: los parquímetros y máquinas tickeadoras, por un lado, y la más irritativa, el traslado de los autos mal estacionados hasta sus playones. Allí, el infractor debe pagar un “rescate” de 52 pesos para recuperar su vehículo. Además, luego deberá afrontar el pago de la multa, cuyo costo ronda los cien pesos.
El caso registrado ayer recuerda al ocurrido el 22 de abril de 1999, cuando un hombre molesto porque la grúa le había llevado el auto, que se le había quedado sin nafta, incendió una cabina de la empresa concesionaria y le produjo quemaduras a un policía, a quien le vació un bidón de combustible que llevaba encima. El agresor fue condenado, en junio de 2000, a dos años de prisión y debió someterse a un tratamiento psicológico. Los jueces habían dispuesto que no fuera a la cárcel, pero le ordenaron que se sometiera a un tratamiento psicológico.

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La playa de STO junto a la Facultad de Derecho, donde van a parar los autos mal estacionados.
 
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