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El jueves a la tarde, un joven de 28 años acuchilló a su novia, una médica pediatra de 26, en Puerto Madero. Un prefecto intentó impedir su fuga y le disparó. Horas después, murió por los balazos en el Hospital Argerich.

El director del SAME, Alberto Crescenti, confirmó que el joven falleció pasadas las 23.30 mientras era operado en ese centro asistencial, ya que tenía dos balazos en las piernas que le afectaron la arteria femoral y le produjeron una masiva hemorragia.

El joven, identificado como Marcos Alvarez, había sido baleado por personal de la Prefectura Naval Argentina (PNA) cuando pretendía escapar luego de haber asesinado de varias puñaladas a Agustina Salinas.

El hecho ocurrió a las 19.30 en la avenida Alicia Moreau de Justo, a la altura de Macacha Güemes, una zona con una gran cantidad de comercios de esparcimiento, donde la pareja de jóvenes se encontraba en una bar y comenzó a discutir. El entredicho continuó en la vía pública, donde Alvarez le aplicó varias cuchilladas a Salinas, la mayoría en el cuello, lo que la dejó malherida.

Al parecer, el ataque ocurrió sobre la vereda de Moreau de Justo que da a las vías del tren, en la que parte del calzado de la víctima –una sandalia con plataforma– quedó tirada sobre varias manchas de sangre, mientras que la chica terminó tendida en el suelo pero cruzando la avenida, del lado del dique, sobre unos arbustos.

Un prefecto que se encontraba cerca intervino para detener al agresor, cuyo estado de excitación era tal, que no respondió a la voz de alto y terminó reducido con dos disparos de arma de fuego en una pierna.

Cuando la primera ambulancia del SAME llegó minutos después a auxiliar a la víctima, Salinas ya estaba muerta. En otra unidad se trasladó al asesino hasta el Hospital Argerich, en La Boca, donde fue operado, pero cerca a las 23.30 murió a causa de las heridas y por la gran pérdida de sangre que padeció.

Personal de Prefectura, de la División Homicidios y de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía Federal trabajaron sobre Moreau de Justo, donde acordonaron el área y realizaron los peritajes de rigor. Hasta el lugar se acercaron los padres de la víctima, quienes en un primer contacto informal con los detectives de Homicidios contaron que su hija y el asesino eran novios, que se habían conocido hace cuatro años estudiando medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y que había algunos problemas en la relación.

Según las fuentes, el miércoles Salinas se había recibido y ya se estaba desempeñando como médica pediatra. La chica vivía en una casa de la calle José Mármol al 2000, del barrio porteño de Boedo.

Como el asesino falleció, la acción penal quedó extinta y la causa por el femicidio quedará archivada, por lo que ahora la jueza sólo debe resolver la situación del efectivo de Prefectura que baleó al agresor para ver si actuó justificado por la situación y en legítima defensa.