Santiago López Menéndez, el argentino de 28 años que fuera secuestrado por un grupo no identificado en Nigeria, en donde trabajaba, fue liberado ayer en un campo cercano a Abuya, capital de ese país, tras el pago de un rescate, según informó su hermana Manuela.

“Fue un proceso en el que intervino un negociador facilitado por la empresa, el embajador y el cónsul argentino en Nigeria. La empresa se encargó de pagar el rescate y por lo que sabemos nunca corrió riesgo su vida”, dijo Manuela.

La hermana detalló, además, que “en todo momento los secuestradores le decían al negociador que Santiago estaba de muy buen ánimo y humor. Sabemos que habló poco y estaba nervioso, pero ya se reencontró con su novia, espero que haya sido todo muy tranquilo”.

López Menéndez fue secuestrado el miércoles pasado por un grupo de hombres armados, mientras se dirigía en una camioneta a trabajar en un campo.

Manuela relató que los secuestradores llegaron en moto, con armas automáticas, dispararon al aire y se lo llevaron a él solo en la camioneta.

La zona en la que secuestraron al ingeniero no forma parte del área en la que opera el grupo terrorista Boko Haram, que controla varios estados del norte nigeriano.

Por esta razón se cree que actuó “un grupo nómade con fines extorsivos y no políticos”, dijo Jorge, padre de Santiago.

“Nigeria es un país que tiene mucho petróleo, hay muchos técnicos, por lo que buscan extranjeros que sean respaldados por una empresa grande”, agregó el padre del joven secuestrado.

Por otra parte el padre detalló que la empresa para la que trabaja Santiago (Fouer Mills of Nigeria) es la principal productora de harina y galletitas del país y que le garantizaron que iban a hacer lo que sea para que Santiago fuera liberado.

El miércoles pasado, Santiago López Menéndez había sido secuestrado en Kaboji Farms, un predio de 10 mil hectáreas ubicado en la localidad de Kontagota, al noroeste de Nigeria. Junto con empleados locales, López Menéndez trabajaba preparando el terreno para la siembra de maíz y soja. En ese momento, un grupo de hombres en moto, armado con fusiles semiautomáticos, irrumpió en el campo a los tiros. Y secuestraron al argentino. Los trabajadores que lo acompañaban fueron quienes hicieron de inmediato la denuncia a la policía.

Horas más tarde hallaron la camioneta en la que había sido secuestrado sin rastros del joven.

Jorge López Menéndez, el padre de Santiago, confirmó luego que “los captores se comunicaron” y que “la empresa para la que trabaja Santiago puso un consultor de seguridad privada”. También informó que se habían iniciado conversaciones, “pero que pueden llevar un tiempo”.

Inicialmente, los secuestradores no habían enviado señales a la familia ni a la empresa como para suponer que el secuestro tenía fines extorsivos o políticos. Un dato con el que especulaban familiares e investigadores era que el grupo terrorista Boko Haram no actúa en la zona en la que se encontraba el campo.

La suposición es que se produciría un contacto para iniciar negociaciones por un rescate.

Desde el primer momento el embajador y el cónsul argentinos se presentaron en el lugar, encabezaron las negociaciones y mantuvieron contacto con la familia en forma permanente. El jueves, el hermano mayor de Santiago, de nombre Jorge, se había comunicado con él como una prueba de vida que concedieron los captores. “Está tranquilo”, dijo luego el hermano. “Le dan de comer y lo tratan bien.”

Las negociaciones avanzaron y ayer, finalmente, se informó que habían dado resultado positivo. El pago se había realizado, aunque la cifra no trascendió. Finalmente, al promediar la tarde Santiago López Menéndez fue liberado sano y salvo.