Alumnos, padres y docentes de la escuela Rosario Vera Peñaloza se manifestaron ayer contra “la desidia y la negligencia” del gobierno porteño y para exigir “condiciones dignas” en el establecimiento. La actividad prevista como un abrazo se transformó en un corte con cientos de pibes cantando “Se escucha/se escucha/La Rosarito lucha” entre globos negros y cascos para simbolizar los riesgos. “Se cayó un ventilador antes de que ingresaran los chicos al jardín y después se verificó que ningún ventilador tenía la linga de seguridad. Desde abril el patio está clausurado con molduras de cemento y perfiles de metal”, contó Wanda, madre de un niño de preescolar. “750 chicos concurren a la escuela en condiciones lamentables: goteras, problemas eléctricos, de calefacción”, repasó Nicolás, padre de un alumno. “Toda la instalación eléctrica es ad hoc, puentes sobre parches para tratar de que haya electricidad, y cuando se conecta algo salta todo”, apuntó. Agregó que en marzo comenzaron obras de refacción en la terraza demoradas desde 2011, que el gobierno porteño se había comprometido a realizar en el verano y que implican para los alumnos convivir con un martillo neumático sin aislamiento sonoro.