En agosto de 2013, tras la muerte de su hija Lulú, de 2 años, Yanina González fue detenida, acusada de “abandono de persona seguido de muerte”. La autopsia indicó que la niña había muerto por golpes recibidos en la cabeza y en otras partes del cuerpo. Aunque González sufre un leve retraso madurativo que le dificultó contar la historia y aunque el sospechoso de haber ejercido la violencia era la pareja de ella, Alejandro Fernández, la fiscal Carolina Carballido Calatayud, titular de la UFI especializada en violencia de género, de Pilar, sostuvo la acusación sin pruebas. Sin notificar al juez que entendía en la causa, acusó a Fernández ante otro tribunal por el mismo caso. Finalmente, González fue absuelta.

En junio de este año, Carballido Calatayud acusó de “abandono de persona” a Celina Benítez, de 22 años, luego de que su hija Milagros, de 2 años, muriera abusada y asesinada por su pareja, Luis Alonzo, mientras ella estaba trabajando. Benítez, actualmente en libertad mientras sigue la causa, denunció que en la comisaría de VIlla Astolfi donde estuvo detenida, padeció apremios ilegales y torturas.