“Soy Abril, tengo dos mamás, dos hermanos y un perro. Estamos en el encuentro de familias y se trata de jugar a lo que quieras, andar en monopatín, compartir y que las familias tengan todos los derechos.” Abril, de 8 años, hija de la pareja formada por Andrea y Silvina, fue una de los 107 niños, niños y adolescentes, integrantes de 150 grupos familiares que participaron del Segundo Encuentro Nacional de Familias LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans) realizado este fin de semana largo en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Durante la reunión, los asistentes “celebraron la entrada en vigencia del nuevo Código Civil por el histórico avance social y jurídico que representa, ya que reconoce más y mejores derechos para todas las familias, estén integradas por parejas del mismo o de distinto sexo”, le dijo a Página/12 Martín Canevaro, secretario de 100% Diversidad y Derechos, entidad organizadora del encuentro.

Las familias llegaron desde las provincias de Buenos Aires, Salta, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Catamarca, San Luis, Río Negro, Neuquén, Tierra del Fuego y se sumaron a las que viven en la Ciudad de Buenos Aires. Esta vez fueron los más chicos quienes tuvieron la voz cantante, sobre todo durante el festejo del Día del Niño. En un miniestudio de TV montado por la Defensoría del Público, niños y niños jugaron a las entrevistas. “Pablo, ¿nos podrías contar a todos si tenés novia o novio?”, fue la pregunta que hizo Juan, de 12 años, jugando el rol de periodista. Juan es hijo de Gustavo y Walter. “Bueno, por ahora no tengo novia ni novio, soy chico, no me preocupo por eso”, fue la natural respuesta que dio otro niño, Agustín, de 9, hijo de Sandra y Valeria.

Los chicos y chicas más grandes participaron en las reuniones de comisión y con sus intervenciones “enriquecieron el intercambio porque trajeron sus experiencias”, señaló Canevaro. Una de las observaciones que hicieron los jóvenes es que, si bien “hoy tenemos una sociedad más justa con las leyes, que hace que nuestras familias tengan más derechos, todavía hace falta trabajar más sobre la imagen de familia que aparece a menudo en representación del ideal y que no toma en cuenta la diversidad”.

Este fue el relato de una joven de 20 años: “Desde chica mis mamás me contaron cómo era mi familia y yo siempre lo conté con orgullo. Al principio pensé que todas las familias tenían la misma composición que la mía, hasta que en el jardín me di cuenta de que no era así. Hoy, para la mayoría de mis amigos, mi familia es como cualquier otra”. La joven dijo creer que hay “una sociedad mejor con las leyes, pero hace poco un amigo se suicidó porque era gay y no pudo soportar la violencia que recibía en su círculo más cercano; hay que ver el modo de seguir trabajando para seguir mejorando”.

En la apertura habló la presidenta de 100% Diversidad y Derechos, Greta Pena, quien señaló que las familias LGBT dejaron de ser “ciudadanos de segunda” y por eso realizaron un encuentro destinado a “poner palabras, identidades, cuerpos, en el camino que transitamos para que la sociedad nos reconozca iguales en las diferencias”.

En las conclusiones del encuentro, al señalar las materias pendientes, se reclamó al Senado de la Nación la sanción urgente de la Ley Especial de Regulación de las Técnicas y Procedimientos de Reproducción Humana Asistida (TRHA), para garantizar que el artículo 19 del Código no sea utilizado contra los derechos sexuales y reproductivos de la población”. El polémico artículo 19 establece que “la existencia de la persona humana comienza con la concepción” y la cláusula transitoria segunda determina que “la protección del embrión no implantado será objeto de una ley especial”, que tiene la media sanción de Diputados.

Esa ley especial “determina los procedimientos para la conservación de gametos y embriones con fines reproductivos y permite, transcurridos 10 años desde la obtención del material genético sin que haya sido utilizado, que puedan ser descartados o destinados a la investigación”. Canevaro opinó que “la sanción de esta ley en el Senado es fundamental para impedir que el actual artículo 19 obstaculice el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos”.

Al finalizar las deliberaciones, las familias lgbt “valoraron muy positivamente del nuevo Código Civil la incorporación del matrimonio igualitario, las uniones convivenciales y el reconocimiento de la identidad de género de las personas trans como justo motivo para solicitar el cambio de nombre y los cambios en materia de adopción y divorcio”.

Se destacaron, en forma especial, “las innovaciones en materia de fuentes de filiación” porque “a la natural y adoptiva se incorporó la ‘voluntad procreacional’”. Resaltaron que “con ella se determina, a través de un consentimiento previo, informado y libre, la filiación a favor de quienes hayan utilizado las técnicas de reproducción humana asistida, independientemente de quién haya aportado los gametos, de su orientación sexual y estado civil”.

Los organizadores precisaron que en el futuro “ya no será un requisito el matrimonio en familias comaternales para que sus hijos e hijas sean reconocidos legalmente por sus dos madres”. Otro punto que fue muy bien recibido fue “la Cláusula Transitoria Tercera del nuevo Código Civil, una propuesta de 100% Diversidad y Derechos en audiencia pública, que reconoce la filiación por ‘voluntad procreacional’ a favor de quienes hayan usado las técnicas de reproducción asistida antes de la reforma”. Esto favorece “a todas las familias usuarias de las TRHA, especialmente a las comaternales” y “junto con el decreto nacional de ‘Reconocimiento Igualitario’ (número 1006/12), culmina el proceso de reconocimiento legal de todas las familias con dos mamás”. Canevaro consideró que “esta cláusula es un hito en la lucha por la igualdad de todas las familias”.