Continuaba ayer la búsqueda del adolescente Manuel Storani, desaparecido desde el jueves pasado en el río Luján tras el choque de dos lanchas, en el que murieron su madre y otra persona, además de provocar heridos. Uno de ellos, Pablo Torres Lacal, el timonel de la lancha Shark II y presunto responsable del hecho, sigue internado en grave estado y con custodia policial. El ex ministro Federico Storani, padre del chico desaparecido y partícipe activo de su búsqueda, destacó que “no bajarán los brazos hasta encontrarlo con vida”, aunque admitió que su hijo “seguramente sufrió las consecuencias del impacto”. En relación con el incidente, el ex diputado radical señaló que “no fue una fatalidad, no fue un accidente”, y remarcó que la Argentina no puede “seguir teniendo record en muertes por accidentes de tránsito”.

Por tercer día consecutivo, personal de Prefectura rastrilló la zona del canal Vinculación y el río Luján, a la altura de San Fernando, con el objetivo de hallar al chico de 14 años aún desaparecido. El operativo se centralizó durante el fin de semana cerca del arroyo Pajarito, donde “el suelo es muy limpio, solamente hay fango”, según explicó el prefecto principal Aníbal Moya. “Allí no hay ramas ni árboles caídos, según lo manifestado por los buzos que inspeccionaron el lugar, y eso nos ayuda en las tareas”, añadió.

Federico Storani, padre del joven desaparecido, confesó que le resulta “muy angustiante la búsqueda”, y que “personalmente no voy a abandonarla”. Y si bien afirmó que “Manuel era un eximio nadador”, reconoció que “su mamá Angeles, conforme a la autopsia, no falleció por ahogo sino por el impacto, y lamentablemente él estaba sentado al lado de ella al momento del accidente”, dijo. Asimismo, Storani aseguró que el conductor de la lancha que embistió a la que se trasladaban su hijo y su ex pareja “muy probablemente venía alcoholizado”. “Da la sensación de que es la lucha entre quienes tratan de ser buenos ciudadanos y quienes viven de manera desaprensiva, poniendo en riesgo la vida de los demás. No podemos seguir teniendo record en muertes por accidentes de tránsito, son vidas que se tronchan. Porque éstas no son fatalidades, no son accidentes: la lancha que los atropelló venía zigzagueante con un motor de 135 caballos de fuerza”, concluyó.