Las intensas precipitaciones continúan complicando el panorama en todo el Litoral argentino. En el norte de Entre Ríos cayeron más de 750 milímetros en pocos días, ya hay más de 12 mil personas afectadas y algunas localidades quedaron aisladas producto de rutas cortadas tras el desborde de ríos y arroyos. En esta provincia de la Mesopotamia, la semana pasada se ahogó una persona, en tanto otro joven que fue arrastrado por la correntada, y a quien su familia daba por muerto, pudo sobrevivir durante horas agarrándose de una rama. Por su parte, las provincias de Corrientes y Formosa suman más de 10 mil evacuados, y la mayoría de ellos hace cuatro meses que es asistida por sus respectivos gobiernos. La contingencia meteorológica también afecta a Santa Fe, donde reviste especial preocupación la crecida de los ríos Paraná y Salado.

El mal tiempo no da tregua en Entre Ríos, donde alrededor de mil pobladores permanecen evacuados y hay otros 11 mil afectados por el desborde de ríos. El mandatario provincial, Gustavo Bordet, sostuvo que los departamentos de La Paz, San José Feliciano, Federal y Federación “son los más perjudicados, con más damnificados y con mayor daño material, aunque también hay inconvenientes en Villaguay, San Salvador, Gualeguaychú y Gualeguay, con muchos caminos y rutas intransitables”.

El desborde de los arroyos Tacuara y Cabayú Cuatiá anegó barrios enteros en la ciudad entrerriana de La Paz, donde se declaró la emergencia hídrica, algunos transportes prácticamente suspendieron sus servicios y ya suman 8 mil las personas damnificadas. Asimismo, la localidad de San Gustavo quedó sin energía eléctrica e incomunicada por tierra debido al desborde del Arroyo Esquivel, que alcanzó más de 1,30 metro de altura sobre el asfalto.

Otro departamento entrerriano sumamente afectado es San José Feliciano, donde desde hace una semana cayeron más de 800 milímetros, casi alcanzando la marca anual de lluvias, lo que provocó el corte de la ruta provincial 28. En ese poblado unas 150 personas debieron ser evacuadas y hay otras 500 afectadas. En tanto, el arroyo Feliciano inundó la ruta nacional 12 en sus dos extremos y la ruta provincial 6 por donde se ingresa a Santa Elena, por lo que la localidad está aislada, hay unas 2 mil personas damnificadas y más de 100 evacuados. El mismo caudal de agua dejó en el Paraje El Quebracho a sus 300 familias residentes, sus viviendas y la única escuela del lugar bajo el agua y sin suministro eléctrico. Según Defensa Civil de la provincia, la dramática situación también es padecida en distintos pueblos de áreas rurales como Sir Leonard, Yeso Oeste, Tacuara Yacaré y Ombú. En tanto, Bordet aseguró que “trabajan desde todas las áreas de gobierno para asistir a las familias”, al tiempo que agradeció “la colaboración y la solidaridad de muchos argentinos que han acercado su ayuda para los afectados” por las inundaciones.

Por su parte, el sur de Corrientes mantiene un alerta por precipitaciones que causaron anegamientos en al menos cinco departamentos de la provincia, por lo que más de 5 mil personas permanecen evacuadas o autoevacuadas y con asistencia del Estado nacional. El jefe de Operaciones de la Dirección Provincial de Defensa Civil, Orlando Bertoni, afirmó que la ciudad con más dificultades es Esquina, “cuyo sector más complicado es el municipio de Pueblo Libertador, con el 80 por ciento de la localidad bajo agua”. Precisamente en esa zona trabajan un helicóptero del Ejército, tres Unimog, lanchas de Prefectura, camiones de Gendarmería y personal de las tres fuerzas junto a una dotación de agentes de la policía de Corrientes.

Si bien en la provincia de Formosa el río Paraguay continúa en bajante y se ubicaba en 8,33 metros, el alivio demora en arribar, puesto que unos 5 mil pobladores continúan evacuados. El Ministerio de Desarrollo Humano provincial señaló que no sólo mantiene el calendario nacional de vacunación para resguardar la salud de los niños sino que lleva adelante tareas de monitoreo y atención “desde diciembre pasado hasta la actualidad”, en las que médicos, enfermeros, asistentes sociales y obstetras atienden diariamente a los damnificados de la ciudad capital y de Clorinda que se encuentran alojados en los distintos centros de refugiados de esa provincia del Norte argentino.

En Santa Fe, el repunte del río Salado complicó a los habitantes del barrio La Vieja Tablada, ubicado por fuera del anillo defensivo de la capital, por lo que el municipio debió asistir a 23 familias, mientras que otras, pese a los anegamientos, no se deciden a abandonar sus hogares. Distinta es la situación en la costa del Paraná, ya que la crecida que se inició a fines del año pasado obligó a medio millar de personas a dejar sus casas en jurisdicción de la capital santafesina.

Por último, el Servicio Meteorológico Nacional emitió otro alerta por “tormentas fuertes”, con “abundante caída de agua en cortos períodos de tiempo y ocasional caída de granizo” para Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones, y el norte de Santa Fe y Entre Ríos. El parte advierte además que estas condiciones se mantendrán “por lo menos hasta la mañana de hoy”.

En Paraná, Entre Ríos, cayeron más de 750 milímetros en pocos días.