Fuertes movimientos telúricos sacudieron a Ecuador, devastado por el terremoto del 16 de abril, que dejó 600 muertos y más de 12.000 heridos. Temblores de entre 4 y 5,2 grados de magnitud fueron registrados ayer por la mañana por el Instituto Geofísico de Ecuador (IG), horas después de otros de 6 y 6,1 grados sentidos la noche del jueves en las provincias de Manabí, Esmeraldas y Los Ríos, al oeste, así como en las ciudades de Santo Domingo, Guayaquil y Quito. “Se han producido 722 réplicas desde el evento del terremoto, de las cuales en las últimas 24 horas las más fuertes fueron dos de 6 grados registradas en la noche del 21 de Abril”, dijo el IG sobre el potente sismo 7,8 grados que golpeó al país el pasado sábado, y que es considerado el peor desde 1979, motivo por el cual el gobierno anunció medidas para recaudar fondos para la reconstrucción de las zonas afectadas. Por su parte, la ONU lanzó un llamado de ayuda a los países donantes y el Banco Mundial oficializó un préstamo.

El sismo deja ya 602 muertos, 130 desaparecidos, 12.492 heridos, 26.091 personas sin hogar y casi 10.000 edificios destruidos o afectados, indicó el último balance oficial. Según confirmó el embajador argentino en Ecuador, Luis Juez, no hay ningún argentino entre las víctimas fatales del terremoto, y continúa la búsqueda de los que perdieron contacto con sus familias. Al respecto, el embajador confirmó que el padrón de argentinos buscados, que el miércoles era de 33, bajó a 22 el jueves y a 16 ayer.

Además, ayer la ONU hizo un llamado a los países donantes para recaudar 72,7 millones de dólares que permitan asistir a 350.000 personas en Ecuador durante los próximos tres meses. La cifra representa algo menos de la mitad de los 720.000 que estiman que necesitarán ayuda. Además, el Banco Mundial oficializó el préstamo anunciado por 150 millones de dólares para que se reconstruyan las zonas afectadas.

Las entidades humanitarias advirtieron que el país enfrenta grandes riesgos por las miles de personas que quedaron sin hogar, no disponen de agua potable y corren peligro de contraer enfermedades. El terremoto, con epicentro en el balneario Pedernales, en la provincia de Manabí, unos 180 km al norte del puerto de Manta, dejó reducidas a escombros apacibles zonas turísticas y de acuerdo con los analistas representa un duro golpe para este país dolarizado y petrolero, azotado por la apreciación de la divisa estadounidense y por la caída de los precios del crudo.

El presidente Rafael Correa, que evaluó los daños en 3.000 millones de dólares –“tres puntos del PIB”– anunció el miércoles drásticas medidas económicas para hacer frente a una reconstrucción que, advirtió, será larga y costosa. Con un alza del IVA de 12 por ciento a 14 por ciento durante un año y aportes salariales obligatorios, entre otras contribuciones, el gobierno prevé disponer de 1000 millones de dólares complementarios para hacer frente a la crisis.