Sábado, 21 de mayo de 2016 | Hoy
SOCIEDAD › UN TAXISTA FUE DETENIDO COMO SOSPECHOSO DEL CRIMEN DE DIANA ROJAS
El chofer que el martes a la mañana trasladó a la estudiante, y que brindó declaración como testigo, fue detenido luego de que los investigadores lo señalaran como el principal sospechoso. Lo apresaron y allanaron su casa.
En un brusco cambio en la dirección de la investigación del crimen de la joven hallada en un descampado el martes, la Justicia chubutense ordenó la detención del taxista Dante Donnini, que, un día antes, había declarado como testigo. Hasta ayer, fuentes de la investigación apuntaban a un allegado a la víctima, pero tras la detención del chofer el jefe de la fiscalía de Puerto Madryn, Daniel Báez, confirmó que el detenido es el sospechoso principal en la causa que investiga el crimen de la joven entrerriana Diana Rojas, cuyo cuerpo fue descubierto en un descampado de la zona sur de esa ciudad el martes pasado.
“El hombre detenido en el Barrio Roca es el principal sospechoso por el crimen”, sostuvo el fiscal. El funcionario judicial agregó que “hay elementos que permiten guiar firmemente la investigación”. También dijo no tener indicios que permitan confirmar que la víctima y el taxista se conocieran, aunque la investigación sobre esa posibilidad aún no se cerró. En rueda de prensa, Báez informó que la causa está caratulada como “homicidio simple” y descartó por el momento nuevas detenciones por el asesinato de la estudiante de abogacía de 25 años.
El chofer Dante Donnini, de 50 años, fue detenido el jueves en su casa del Acceso 167, del Barrio Roca, Puerto Madryn, durante un allanamiento ordenado por los fiscales a cargo de la causa, Daniel Báez y Jorge Bugueño.
Los investigadores llegaron al taxista luego de analizar las últimas llamadas realizadas por Diana Rojas, que fueron solicitadas por oficio judicial a la empresa prestataria del servicio.
Allí se determinó que el martes, a las 10.30, la estudiante de derecho llamó por teléfono a la parada de taxis ubicada en la plaza San Martín, en pleno centro de Puerto Madryn, para solicitar un servicio de traslado, que fue tomado justamente por Donnini. Rojas usaba habitualmente esos taxis, por lo que los investigadores no descartan que Donnini la haya llevado en otras oportunidades.
Los investigadores dieron a conocer varios indicios que alimentan la sospecha contra el chofer. Cuando lo interrogaron por primera vez, el martes, se mostró extremadamente nervioso, pese a que sólo se lo había citado como testigo, con motivo del viaje solicitado por la estudiante. El jueves, uno de sus compañeros de la parada de taxis entregó a la policía el celular de Rojas y dijo que se lo había comprado a Donnini. Por la planilla laboral, se supo que Donnini había tardado cuatro horas y media en reportarse desde que había ido a buscar a Rojas, cuando ella llamó para pedir un auto. A esto se agregan los rasguños en la cara y en un brazo, que llamaron la atención de los investigadores. El taxista los atribuyó a juegos con su mascota, un caniche toy, pero los médicos que lo evaluaron dijeron que las heridas no concordaban con los rasguños de un perro. Se harán más peritajes para establecer si pueden haber sido producidos por Diana Rojas en un intento de defenderse. Los investigadores procurarán analizar si los estudios genéticos dan cuenta de la compatibilidad entre las muestras halladas bajo de las uñas de la víctima y el ADN del sospechoso.
Donnini permanecerá detenido en la comisaría de Puerto Madryn a la espera de la audiencia de control de detención, ante el juez de garantías Marcelo Orlando.
Sobre el móvil del crimen, los investigadores no creen que se haya tratado de un mero robo y, si bien no se detectaron en la víctima signos de abuso sexual, no descartan que haya sido asesinada cuando intentó huir para evitar una situación de esas características.
Según la reconstrucción de los peritos, Diana Rojas fue llevada viva al descampado, en un auto; intentó escapar del femicida corriendo; él la alcanzó y la asesinó y luego dejó allí su cuerpo, a pocos metros de una ruta que lleva hasta la playa, donde el martes por la tarde la encontraron unos jóvenes que paseaban en bicicleta.
Los expertos en rastros indicaron que las huellas marcadas en la tierra y el descubrimiento de un zapato de Rojas, ambos en los alrededores del lugar donde fue hallado el cuerpo, sustentan la hipótesis acerca de los pasos que precedieron al crimen. Los indicios, detallaron, dan cuenta de que la joven fue llevada hasta ese lugar a bordo de un auto. En algún momento todavía no precisado, bajó del vehículo y echó a correr por el campo. Fuentes de la investigación informaron que en la tierra quedaron marcas de “cierto desplazamiento de arrastre”, que podrían atribuirse al hecho de que el femicida arrastró el cuerpo de la chica una vez que la alcanzó.
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