El gobierno porteño reiteró ayer su decisión de elevar a 7,50 pesos el boleto de subte. Pese a las críticas de legisladores, asociaciones de consumidores, trabajadores del subte, auditores y ex auditores de la ciudad, el presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Juan Pablo Piccardo, calculó que en un plazo de entre “veinte días y un mes” la tarifa actual (4,50 pesos) se elevará en un 67 por ciento. El anuncio se produjo durante la audiencia pública no vinculante en el Centro Cultural San Martín, mientras trescientos militantes de la coordinadora Encuentro de los Pueblos intentaban entrar para repudiar el tarifazo. “Este nuevo aumento va a dejar afuera a 42.000 pasajeros por día”, calculó el ex candidato a jefe de gobierno Mariano Recalde (ver aparte).

El precio del pasaje de subte surge de restar a la denominada “tarifa técnica” los subsidios del gobierno. Para el auditor Facundo del Gaiso, “la tarifa técnica de la que habla Sbase está inflada, puede tener un costo más bajo”, que estimó en un 20,8 por ciento y que reduciría el aumento a 6,20 pesos. La explicación: la tarifa que calcula Piccardo incluye gastos de depreciación del material rodante y de mantenimiento e infraestructura que técnicos especializados de la Auditoría General de la Ciudad objetan desde hasta tres años. “¿Por qué los usuarios debemos pagar con nuestro boleto el desgaste de las ruedas?”, plantea Del Gaiso.

El ex auditor Eduardo Epszteyn coincide y agrega que la tarifa propuesta por el gobierno del PRO es arbitraria. “En toda la documentación que Sbase presentó para la audiencia pública no hay un solo estudio sobre los motivos para que la tarifa tome ese valor”, advierte. Epszteyn apunta que mientras la tarifa técnica aumenta un 30 por ciento (de 10,26 a 13,37 pesos) el pasaje aumenta un 67 por ciento, por lo cual “la parte que paga el usuario es cada vez más alta mientras la parte que subsidia el Estado es cada vez más baja”. “Lo que el presidente de Sbase no puede explicar es el motivo por el cual las transferencias a Metrovías se duplicarán, al pasar de 1023 a 2100 millones de pesos. Yo les pregunto: ¿Qué es lo que están subsidiando?”, planteó.

Para Maximiliano Ferraro, legislador de la Coalición Cívica ARI, “los aumentos no se condicen con ningún tipo de escala inflacionaria”. Mientras la inflación acumulada entre julio de 2012 y marzo último es del 103,5 por ciento, el boleto que en 2011 costaba 1,10 pesos aumentará un 581 por ciento, calculó. Consideró “poco serio que al tiempo que se quiere aumentar las tarifas no se esté avanzando con políticas destinadas a incluir a sectores postergados” y recordó un proyecto que presentó en 2012 para que se cree un boleto que incluya gratuidad o descuentos a estudiantes, docentes y no docentes. Miembro de la Comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura, Ferraro planteó durante la audiencia la necesidad de que las tarifas “estén reguladas dentro de una ley marco, que contemple estructuras de ingresos, costos, datos de pasajeros transportados, tarifa social y descuentos a aplicar, entre otros temas”. “¿Por qué no se da una información detallada con respecto a los costos? ¿Se están revisando los flujos de dinero de Metrovías para asegurar que se esté invirtiendo en mantenimiento?”, preguntó.

“Piccardo es el mejor abogado de Metrovías, cuyas ganancias son secreto de Estado y cuyos costos están totalmente inflados”, advirtió Alejandro Bodart, y destacó que “corrupción es poner lo público al servicio del curro privado”. El legislador de MST-Nueva Izquierda anunció que volverá a “presentar un amparo para frenar este nuevo tarifazo injusto y arietario”, recordó que “cuando el subte era estatal daba ganancias” y opinó que “debería ser reestatizado bajo el control de sus usuarios y trabajadores”. Bodart consideró “falso” que se aumente la tarifa para bajar los subsidios” y recordó que los últimos aumentan año a año: 1032 millones de pesos en 2014, 1642 millones en 2015 y 2100 millones este año. “Suben la tarifa y los subsidios, pierden los usuarios y la Ciudad, pero Metrovías siempre gana”, concluyó.

“Gente que nunca viaja en subte, como Piccardo y funcionarios de la Ciudad, nos quieren hacer pasar un nuevo aumento mientras esconden las millonarias ganancias de Metrovías”, señaló el legislador Patricio del Corro, del PTS. “La ecuación del Pro y Metrovías es sencilla: más gastos en subsidios, más aumentos de tarifas y menos pasajeros, que terminan siendo siempre los perjudicados”, destacó. Claudio Dellacarbonara, miembro de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) repudió que Piccardo “salió a anunciar en los medios el aumento antes de que haya terminado la audiencia pública, sin siquiera escuchar los argumentos que le respondían a él”. “En la audiencia no hubo ni una sola voz que defienda los aumentos de tarifas, salvo los funcionarios de la Ciudad”, enfatizó.