SOCIEDAD › UNA PAREJA LESBIANA CONVOCA A UN ESCRACHE AL BAR LA BIELA

Un “tortazo” en plaza Francia

Belén Arenas denunció haber sido discriminada en el bar La Biela, cuando acariciaba a su pareja. Un encargado del lugar negó la discriminación pero aseguró que “con una pareja normal hubiéramos hecho lo mismo”. Convocan a un “tortazo” para el lunes 5.

El próximo lunes a las 20, la esquina de Quintana y Ortiz, frente a Plaza Francia, en la Recoleta, será escenario de un escrache al bar La Biela, convocado por una joven de 25 años, Belén Arenas, como repudio a haber sido “maltratada y echada por lesbiana”. El tono de la convocatoria, un “tortazo”, puede haber conmovido las estructuras rancias del bar de la Recoleta ya que tras el anuncio del escrache un encargado del bar, Carlos Gutiérrez, intentó aclarar que en La Biela no hay ningún tipo de discriminación y que “si hubiese sido una pareja normal” habrían actuado igual. El intento no fue exitoso.

El “tortazo” inundó las redes sociales y provocó fuertes debates entre integrantes de la comunidad LGBTI y ultracatólicos defensores de la normalidad ultracatólica.

Belén Arenas, que en su denuncia en Facebook se presenta como bailarina, performer, directora, escritora y docente, relató que el lunes pasado, entre las 23.10 y 23.30, “llegó mi pareja al bar, angustiada por un problema personal y yo me senté a su lado a consolarla, acariciándole la mejilla y abrazándola. Hasta que llegó el mozo a increparnos”.

–Tienen que tranquilizarse, no pueden estar así acá –le dijo el mozo, pero cuando Belén le preguntó a qué se refería, “si era porque somos dos mujeres”, el empleado la mandó a quejarse con el encargado.

“Entonces me acerqué a hablar con este señor –recordó Belén–, a decirle que me estaban discriminando por lesbiana y me contesta que lo que hacíamos era inapropiado para el lugar. Le pregunté qué era exactamente lo que hacíamos, que lo verbalice; le pregunté si era consciente de que vivía en un país con ley de matrimonio igualitario y me contestó ‘sos una ridícula’. Y cuando estoy por llamar al 911 me dice que no hace falta, que había una policía justo saliendo del baño, que me llevó afuera agarrándome del hombro y una vez en la vereda me dijo que tenía que hacer la denuncia. Fue como vivir en el mundo del revés. Viví la injusticia otra vez en carne propia, porque es la cuarta vez que me pasa”, admitió la joven.

Los administradores del lugar negaron haber incurrido en un acto de discriminación. “Si hubiera sido una pareja normal, un hombre y una mujer, hubieramos actuado de la misma manera”, defendió lo indefendible Carlos Gutiérrez. Otro de los encargados, Joaquín Mauri, aseguró que “nunca nos metemos en esas cosas, lo que pasó fue que otro cliente se quejó de lo que estaban haciendo y se pusieron a discutir. Lo que no queremos es escándalo dentro del salón. Nadie la echó, ella se sintió agredida, les pedimos que no discutan. Esta casa no discrimina a nadie, convivimos con clientes que la mayoría son de origen judío, armenio, árabe”.

Belén relató la experiencia en las redes y convocó al “tortazo” del 5 de septiembre, desatando una ola de adhesiones y fuertes discusiones. El evento promocionado en Facebook como “Escrache público ‘tortazo’ en el bar La Biela” llevaba ayer casi 10 mil adhesiones, 6 mil anuncios de participación y había sido casi 16 mil veces compartido. “Convoco a un besazo multitudinario y homosexual para que seamos mayoría y la actualidad y la historia tengan algún sentido para todxs”.

El debate en Facebook tuvo una fuerte presencia de trolls, respuestas subidas de tono, espirales de amagues de violencia, emocionadas adhesiones y demás.

Por su parte, María Rachid, Directora del Instituto contra la Discriminación de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, advirtió que “todavía hay muchas denuncias de ese tipo de trato discriminatorio en algunos espacios de la Ciudad de Buenos Aires y el resto del país. Son situaciones que a veces se dan por desinformación o desconocimiento, pero otras a pesar de los avances de igualdad se insiste en tomar posiciones sumamente discriminatorias y violentas hacia nuestras familias”, agregó. Rachid explicó que además de ofrecerle a Belén canalizar la denuncia a través del Instituto enviaron una carta a los dueños de La Biela para “investigar lo que sucedió y poder resolver algo al respecto. De confirmarse el hecho de discriminación, en principio sugerimos que se pida una disculpa pública; o que las partes involucradas en el hecho discriminatorio hagan algún curso o taller de Derechos Humanos relacionados al tipo de discriminación al que nos referimos, en este caso, diversidad sexual. Por supuesto, las organizaciones también pueden presentar una denuncia por discriminación y las personas afectadas pueden reclamar daños y perjuicios y si lo consideran”.

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El bar La Biela, en la Recoleta, quedará situado en el vértice de los reclamos de igualdad.
Imagen: Sandra Cartasso
 
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