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Un joven de 19 años apodado Vaquita fue detenido como presunto autor del homicidio de Nicolás Matías Rivero, de 20, ocurrido durante la fiesta “Proyecto XXX”, en Moreno, hace cinco días. “Alto ruido hice. Tengo la gorra atrás”, habría escrito el joven a un amigo en la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp. El sospechoso quedó detenido por requerimiento del Juez de Garantías 2, Gabriel Castro. “Tenemos detenido al autor de los disparos”, aseguró ayer por la mañana, en una entrevista radial, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.

El joven, C.G. García, fue detenido el lunes a la madrugada, luego de tres allanamientos que habían sido ordenados por la fiscal Luisa Pontecorvo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Moreno. En los operativos participaron policías de la comisaría 8va. y la Jefatura Departamental de Moreno. Fuentes policiales aseguraron que “Vaquita”, que tiene antecedentes por “robo calificado en poblado y en banda”, se mantuvo escondido durante cinco días en la casa de una tía, en la calle Ecuador al 8800, del barrio Los Cuatro Vientos, de la localidad de Villa Trujui. Tras analizar imágenes de cámaras de seguridad, publicaciones en redes sociales y testimonios, fue allí donde lo hallaron los policías.

La pista inicial para la captura de “Vaquita” surgió luego de que los bonaerenses identificaran al conductor de la moto Honda Falcon negra y que, de acuerdo con testigos, fue el vehículo desde el cual un joven –que viajaba de acompañante– efectuaba disparos.

Los detectives señalaron que el motorista, tras ser localizado, declaró como testigo e incriminó a “Vaquita”. En el allanamiento, los investigadores secuestraron prendas de vestir y teléfonos celulares en los que hallaron los mensajes con los cuales García se autoincriminaba en lo sucedido, aseguraron los investigadores.

El homicidio de Rivero ocurrió en la madrugada del 21 de septiembre, durante la fiesta que siete jovenes de entre 15 y 20 años organizaron a través de las redes sociales para celebrar el día de la primavera en una casaquinta ubicada en Libertador (Ruta 23) y el cruce de la calle Ozanan, en el barrio Las Catonas, de Moreno.

Los investigadores establecieron que los incidentes comenzaron en el interior de la quinta, donde una pelea entre grupos rivales derivó en una trifulca descontrolada. Entre los distintos bandos, se arrojaron piedras, botellas, y cuanto tuvieran a mano. Rivero fue baleado a unos 200 metros de la quinta, mientras los enfrentamientos continuaban. El disparo, de calibre .22, le ingresó por la tetilla izquierda y le afectó el corazón, según determinó la autopsia. El joven llegó muerto al hospital Mariano y Luciano de la Vega, de Moreno.

En el hospital también fueron atendidos otros 10 jóvenes, dos de ellos con heridas cortantes y otro con un tiro en una pierna.

La convocatoria a la fiesta había desbordado las previsiones de los organizadores, que –según declararon– esperaban algo más de cien personas, y terminaron abriendo las puertas a cerca de quinientas. En sus declaraciones como testigos, los jóvenes responsables del evento aseguraron que no previeron tanta concurrencia. También dijeron que habían organizado la fiesta para divertirse y no para hacer plata, y que la consigna no incluía entre sus requisitos llevar armas o drogas.

La dueña de la quinta, Celina, una jubilada de 70 años, dijo que había sido engañada. “No eran cien personas como dijeron. Venían micros escolares llenos de gente, colectivos grandes, estaba descontrolado. Como no querían salir, empezó la policía a tirar balas de goma”, recordó la dueña de la casa. La mujer aseguró que de su propiedad “no salió muerto nadie”, y que el enfrentamiento en el que resultó baleado Rivero y durante el cual otros jóvenes sufrieron heridas contusas y de arma blanca ocurrió “a dos cuadras”.

La jubilada aseguró que la quinta “no es un salón de fiestas permanente” y que solo la alquila a conocidos y en algunos casos. Además, declaró, había aceptado alquilarla para el evento de primavera porque el monto del alquiler –cobró 4000 pesos– le serviría para pagar las facturas adeudadas de la electricidad. “Estoy apretada para pagar la luz, les dije ‘voy a aceptar esta propuesta porque con esta plata pago la luz’. Yo cobro 4700 y me vinieron 4600. Cien pesos. ¿Cómo voy a hacer?”.

Luego de conocida la muerte del joven Rivero, el intendente de Moreno, Walter Festa (FpV), lamentó que no se hubiera podido evitar lo sucedido. “No nos desentendemos, nos hacemos cargo de todos (porque) a nosotros nos eligen para que cuidemos a los ciudadanos y no nos lavamos las manos, nos hacemos cargo del dolor”, declaró entonces el funcionario, que aseguró: “vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para esclarecer el hecho”.