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“Yo sé que en el setenta y pico derrocaron al gobierno, subieron los militares y empezó a desaparecer gente a causa de sus ideas; el pueblo no sabía nada y Videla era el que manejaba todo.” Daniela tiene 15 años y cuenta la historia entre dudas. “No les dejaban escuchar música que los hiciera pensar y les sacaban los compact disc”, relata un alumno del tercer ciclo de EGB de una escuela La Plata. “Los chicos ponen los hechos en su imaginario, pero hay que empezar a sistematizar la enseñanza”, opina Claudia, su maestra.
El 24 de marzo es en las escuelas de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires el Día de la Memoria. La agenda educativa señala que la jornada debe ser tratada dentro del aula, o en toda la escuela en un acto. Pero hay escuelas y docentes que no lo hacen. Daniela va a un secundario privado de Villa Luro. Cuando preguntó si tenían planeado recordar el aniversario del golpe, las autoridades le dijeron que ese día no estaba incluido en el calendario del instituto. Sin embargo, el 23 de marzo de 2000 la Legislatura porteña sancionó la ley 355 que establece al 24 como Día de la Memoria “en homenaje a todas las personas que sufrieron encarcelamiento, muerte o desaparición durante la represión llevada a cabo por el terrorismo de Estado”.
El secretario de Educación de la Ciudad, Daniel Filmus, asegura que lo que indica la ley es que la bandera tiene que estar a media asta y la cartelera que recuerda el aniversario del golpe tiene que estar presente, y “si no lo tratan los profesores en una clase, se estaría incumpliendo la ley”. Filmus aclara que “la ley indica hablar sobre el terrorismo de Estado y trabajar la memoria sobre cosas que no tienen que volver a suceder, pero hay libertad de cátedra. Lo que sí estaría prohibido por la Constitución de la Ciudad es que desde la educación se defienda la dictadura, la violación de los derechos humanos y la discriminación”.
Cuando se plantea este tema en el aula lo que más preguntan los chicos es si es posible que el terrorismo de Estado “pueda volver a pasar”, cuenta Stella Maldonado, secretaria de Derechos Humanos del Suteba. Y para algunos docentes no es fácil enfrentarse a este tema y exponerlo en clase. Por eso surgieron materiales didácticos desde organismos como la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la Dirección General de Derechos Humanos de la ciudad de Buenos Aires, la Comisión Provincial de la Memoria y la Secretaría de Derechos Humanos del Suteba. Todos los materiales coinciden en brindar una descripción histórica de la dictadura, una explicación de cuáles son los derechos humanos y cómo hacerlos cumplir y una vinculación entre el golpe con el sistema económico impuesto.
La Dirección General de Derechos Humanos de la Ciudad editó un cuadernillo para docentes de apuntes y actividades para trabajar en el aula llamado “Recuerdo, reflexión y aprendizaje”. La parte histórica describe los hechos, incluye citas de documentos del Nunca Más y material de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. También incorpora frases de militares, datos de la situación económica, propagandas oficialistas de la época, información sobre los organismos de derechos humanos y leyes y decretos que produjo la dictadura. Este cuadernillo también incluye sugerencias didácticas con actividades.
Claudia, maestra del área de Ciencias Sociales en La Plata, expresa que lo que pretende dar en la clase “es una referencia sobre el 24, la diferencia entre la democracia y la dictadura, y cómo se interrumpe el proceso democrático a través del golpe de Estado”. Pero se encuentra con que “son conceptos muy generales y es difícil que los chicos valoren la democracia porque son generaciones que crecieron en ella y ahora está muy devaluada”. La maestra cuenta que, si bien los chicos participan mucho, tienen datos históricos tergiversados y el relato histórico escolar es pobre “pero saben lo que fue el horror, hablan de campos de concentración, de chupadero, otros no hablan por temor de descubrir, es información difícil de soportar, pero quieren escuchar de todas formas”.
La Comisión Provincial por la Memoria incorporó en su revista Puentes un dossier que trata sobre educación y memoria para “la búsqueda de la verdad, la justicia, la reconstrucción de la memoria y analizar el proceso histórico a partir del golpe”, asegura Sandra Raggio, directora del área de Investigación y Enseñanza de la Comisión. La publicación se reparte en las escuelas polimodales públicas y privadas y contiene documentos, una breve explicación del período y fichas para trabajar documentos.
La Dirección General de Escuelas bonaerense reconoce a la comisión como entidad capacitadora oficial para docentes y sus cursos dan puntaje. “Los talleres ayudan a los docentes a que los alumnos puedan apropiarse significativamente de la experiencia de la dictadura y que esto sirva para adoptar prácticas y pensar qué debería hacer cada uno como parte de la sociedad para evitar que se repita no sólo el golpe y el terrorismo de Estado sino actitudes autoritarias”, cuenta Raggio.
La APDH también editó un cuadernillo de planificación y brinda cursos orientados a docentes sobre el 24 de marzo y la dictadura, se llaman “Talleres de vida” y se dictan desde hace 20 años. “Están pensados para que el docente pueda abordar los derechos humanos desde cualquier área, matemática o música, porque se dan contenidos transversales, como la demanda social, los derechos a la educación”, afirma Alicia Herbón, secretaria coordinadora de la APDH y miembro de su comisión de educación.
También se dictan talleres para multiplicadores de derechos humanos “porque detrás de cada maestro hay muchos chicos”. Las guías didácticas se reparten en las 18 delegaciones nacionales de la APDH.
Los maestros y profesores de la provincia también pueden acudir al cuadernillo de trabajo del Suteba para EGB y Polimodal. “La memoria funda el mañana”, una frase del subcomandante Marcos, es su título. Stella Maldonado, secretaria de Derechos Humanos del sindicato, explica que “es un instrumento para que puedan trabajar en el aula la historia reciente con propuestas de metodología, con una fuerte vinculación de los procesos históricos entre lo que pasó ayer y lo que pasa hoy”.
Informe: Gimena Fuertes