SOCIEDAD
Un botón de muestra
En 1978 el Ministerio de Educación de la dictadura militar envió a todas los docentes de preescolar y primaria un documento llamado “Estrategia de la Subversión en el ámbito educativo”. En el tercer capítulo del paper, titulado “Conozcamos a nuestro enemigo”, se afirmaba que “el accionar subversivo se desarrolla a través de maestros ideológicamente captados que inciden sobre las mentes de los pequeños alumnos, fomentando el desarrollo de ideas o conductas rebeldes, aptas para la acción que se desarrolla en niveles superiores”. Definido el enemigo, se explicaban sus herramientas: “La comunicación se realiza en forma directa, a través de charlas informales y mediante la lectura de cuentos tendenciosos editados para tal fin. Se ha advertido en los últimos tiempos una notoria ofensiva marxista en el área de la literatura infantil”. Finalmente, se explicaba el objetivo: “En ella (en la literatura) se propone emitir un tipo de mensaje que parta del niño y que le permita ‘autoeducarse’ sobre la base de la libertad y la alternativa”.