SOCIEDAD
El Golf de Palermo vuelve renovado como un atractivo para el turismo
El sábado quedará abierto para la práctica deportiva, después de tres meses de cierre por refacciones. Privatizado por Grosso, concesionado por De la Rúa, ahora pertenece al dominio público. Invirtieron 300 mil pesos en obras. Planean instalar allí un museo del golf.
Después de tres meses, los aficionados podrán volver a hacer uso del Campo Municipal Golf, un predio de 67 hectáreas ubicado frente a los lagos de Palermo, codiciado desde hace años por grupos privados como un botín de guerra. El lugar quedará habilitado para el uso público el sábado, aunque a partir de hoy estará abierto para otorgar turnos. Los trabajos demandaron una inversión de 300 mil pesos y estuvieron a cargo del personal municipal. Ahora, después de estar 14 años en manos privadas, será administrado por el Estado porteño. El objetivo de la gestión es incorporar ese espacio, a corto plazo, al circuito turístico de la ciudad. “Para los ejecutivos que visitan Buenos Aires en paquetes de cuatro días, el golf es uno de los objetivos más buscados”, dijo a este diario una fuente del gobierno porteño.
La apertura incluye un acuerdo con el Sindicato Argentino de Caddies, que permitió resolver el conflicto suscitado hace 90 días a partir del cierre del campo para la refacción: podrán trabajar 25 de los 45 caddies que cumplían tareas en el Campo Municipal. Es que uno de los objetivos de la intervención oficial era terminar con esa suerte de “cofradía” que –dicen por lo bajo– se había adueñado de la actividad dentro del campo y creaba “cierta sensación de inseguridad”. Incluso funcionaba una puerta clandestina por donde ingresaban algunos jugadores, por izquierda, después de arreglar con el personal.
La apertura del golf estaba prevista para hoy, pero aún restan terminar trabajos de relleno en torno de dos de las lagunas reguladoras. “Estas lagunas, que están un metro y medio por debajo de la cota del río, fueron ampliadas al triple de su capacidad para que puedan cumplir su función de absorber el agua cuando hay fuertes lluvias y no se inunde el campo”, dijo a Página/12 el director de Deportes, Daniel Bravo, responsable de las obras.
El Campo Municipal atravesó en los últimos años un intrincado camino desde su privatización hasta su recuperación para el Estado porteño. En 1990, el entonces intendente Carlos Grosso llamó a una licitación para privatizarlo, junto con el Velódromo: la beneficiada fue la firma Asesores Empresarios, un sello que encubría a quienes habían sido financistas de la campaña electoral de Carlos Menem. El negociado fue denunciado por el entonces concejal Aníbal Ibarra, pero Grosso recién fue procesado en 1998 por la Cámara del Crimen, por malversación de caudales públicos y administración fraudulenta.
En 1998, después de anular la privatización, el jefe de Gobierno, Fernando de la Rúa, otorgó una concesión parcial del predio al Golf Club Lagos de Palermo, un club privado que a cambio del pago de un canon podía explotar el campo los días miércoles, sábados y domingos. Según el gobierno porteño, el club acumuló desde entonces una deuda de 1.370.000 pesos por no haber pagado ese canon. En mayo del 2003, el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, anuló el contrato por decreto y ordenó el desalojo del predio. Como el club interpuso un recurso de amparo, la Ciudad recién pudo recuperar el predio en noviembre del año pasado.
A principios de marzo de este año, el gobierno porteño resolvió cerrar el predio para realizar obras de refacción. “El campo estaba muy deteriorado porque no se le había hecho mantenimiento”, explicó Bravo. En ese momento, los caddies –que ya veían venir lo que ocurriría– ocuparon el predio “en defensa de su fuente de trabajo”. Los caddies no tienen relación de dependencia con el gobierno porteño ni vínculo contractual alguno con el golf.
El conflicto recién se resolvió hace unos días, por la intervención del sindicato que los agrupa: se acordó la incorporación de 25 de los trabajadores que ya estaban, quienes ahora deberán usar una credencial habilitante.
Las obras realizadas incluyen la fertilización del campo, la eliminación de plagas y la resiembra de pasto; la reinstalación de los sistemas de riego y el acondicionamiento de las lagunas. En cuanto a obras deinfraestructura, se creó un estacionamiento interno con capacidad para 70 vehículos, se reacondicionaron las oficinas de administración, las jaulas donde se hacen las prácticas y la casona centenaria donde funcionan los vestuarios y donde se planea instalar un museo nacional del golf.
Las obras civiles estuvieron a cargo de personal de la Dirección de Infraestructura y Recuperación de Edificios (DIRE), dependiente de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos. En tanto, los trabajos en el campo fueron realizados por los once empleados de mantenimiento del Campo de Golf.
Con la reapertura del Golf, el predio será incorporado a los circuitos turísticos, especialmente a los que apuntan a los visitantes extranjeros. Hasta su cierre, el predio era visitado por 270 personas por día, los fines de semana. El Campo Municipal estará abierto de martes a domingo. Los días hábiles, el costo será de 20 pesos; los fines de semana, el recorrido por los 18 hoyos costará 40 pesos. Los sábados por la mañana funciona allí una escuela para niños con necesidades especiales, que en breve se hará extensiva, en forma gratuita, a chicos en edad escolar.