SOCIEDAD › ARGENTINOS EN ESPAÑA: CASAMIENTOS Y NACIMIENTOS TRAS LA EMIGRACION
Los hijos del éxodo
En 2003, más de 2600 argentinos lograron el objetivo de casarse, la mayoría de ellos con españoles. En el mismo año nacieron 1813 bebés, hijos de madres argentinas, un 30 por ciento más que el año anterior.
Por A. F.
No cabe duda de que los españoles contribuyeron en su momento a poblar el suelo argentino con su descendencia. Algunos argentinos parecen ahora decididos a iniciar una devolución de gentilezas. Según las cifras que acaba de procesar el Instituto de Estadísticas Español, en el año 2003 hubo 1813 mujeres argentinas que dieron a luz en ese país. Y en 2002 lo habían hecho otras 1360, cifras que hablan del fenómeno de la gran emigración desatada por la crisis, que ya echa sus raíces en otras tierras. Por eso mismo, también se han casado: en el último año 1431 mujeres y 1192 hombres argentinos pasaron por los registros civiles españoles para dar el sí. Y si bien muchos casamientos se produjeron entre connacionales, no fue el caso de la mayoría, que optó por salir del gueto y confraternizar con los nativos. Claro que los papeles que más ansían los argentinos no son las libretas, sino los que les permitan trabajar legalmente: doce mil personas ya completaron la encuesta que el Ministerio del Interior realiza a través de Internet, a la espera de que el Gobierno los ayude a gestionar su residencia.
Las cifras de natalidad de España venían en caída hasta que las oleadas de inmigrantes cambiaron las cosas en los últimos años. En 2003 la tasa de fecundidad se situó en el 1,3, el valor más alto desde 1993, y los bebés de madres extranjeras representaron el 12,2 por ciento del total.
Por supuesto, no son los argentinos los principales responsables de este repunte. Aunque la mayor colectividad extranjera ahora es la de Ecuador, las más fecundas fueron las mujeres marroquíes, que trajeron 10.525 niños al mundo en tierras españolas. Muy cerca estuvieron las ecuatorianas, que dieron a luz a 10.406 bebés. Siguieron las colombianas, las rumanas y luego las argentinas.
En cualquier caso, los 1813 bebés del 2003 sumados a los 1360 del 2002 conforman una cantidad bastante significativa. Habría que tener en cuenta, por ejemplo, que en una provincia argentina de baja natalidad, como Santa Cruz, en todo 2002 nacieron 4100 bebés.
Es natural que los que se fueron en la gran oleada de la crisis empiecen a formar nuevas familias afuera, si se tiene en cuenta el perfil definido en la encuesta de regularización de argentinos en España: la edad media esas personas es 33 años y sólo el 31 por ciento está casado.
Casarse ha sido un objetivo para muchos de los que viven allí: en 2003 lo hicieron más de 2600 personas. Algunos prefirieron unirse a otro argentino: así lo hicieron 421 parejas. En cambio, 826 mujeres formaron pareja con españoles, y 184 más con hombres de otras nacionalidades europeas. Hubo otras nueve que se unieron a nativos de distintos países americanos. Los hombres se casaron menos: 646 con españolas, 115 con otras europeas y 18 con americanas.
Lo cierto es que el casamiento también puede ser una forma de acceder a los ansiados papeles, pero no es un recurso al que cualquiera pueda echar mano. La mayoría aún ansía recibir una respuesta a sus trámites, iniciados aquí o allá. Pese a los signos positivos mostrados por el gobierno de José Luis Zapatero, los inmigrantes continúan esperando que se concreten los anuncios que prometen programas de regularización de trabajadores. A su vez, los argentinos también aguardan a ver qué sucede con las gestiones anunciadas por el gobierno de Néstor Kirchner para ayudarlos en sus trámites de radicación.
Por lo pronto, los plazos para incluirse en el Censo de Regularización de argentinos en España vienen siendo sucesivamente postergados: inicialmente fue hasta el 30 de abril, luego se llevó hasta fin de junio y ahora acaba de ampliarse la fecha hasta los últimos días de agosto. Para colmo, muchas de las doce mil personas que lo llenaron recibieron en los últimos días una carta donde se les informa que “conforme las exigencias de la legislación española y los avances en las negociaciones bilaterales existentes” les pedirán próximamente información adicional para sumar al trámite.
Todos esperan que tanta gestión logre algún resultado. Se calcula que en España viven entre ochenta y cien mil argentinos sin papeles y parece claro que, en su mayoría, por ahora, no quieren volverse. Los resultados del censo –adelantados por este diario el pasado abril– así lo señalan: el 95 por ciento dijo que se siente a gusto en España, el 69 por ciento que no volvería por un trabajo y el 92 por ciento que no volvería definitivamente si le dieran un pasaje gratis.