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Llamas de 20 metros y una densa humareda conformaron el escenario ayer del incendio registrado en una central eléctrica de la empresa Unión Fenosa de Madrid, ubicada cerca de la estación de trenes de Atocha, donde se produjo el atentado el 11 de marzo último. El siniestro, que también causó un apagón en la zona, y al que le siguieron varias explosiones, fue “fortuito”, informó el responsable de emergencias de Madrid, Diego García. La situación creó momentos de caos y pánico en los habitantes de la zona, aunque no hubo víctimas. El incendio afectó también la Bolsa de Madrid y el Museo del Prado.