SOCIEDAD › LAS MUJERES SABEN MAS DEL VIH, PERO SE CUIDAN MENOS
Paradojas a las que lleva el machismo
Por P. L.
Las mujeres tienen más conciencia que los hombres en cuanto al uso del preservativo y tienen más conocimiento sobre las formas de trasmisión del VIH y de otras infecciones de trasmisión sexual; sin embargo, “han adoptado en menor medida que los varones medidas de protección contra el VIH a nivel sexual”, según la investigación que en todo el país efectuó el equipo dirigido por Ana Lía Kornblit.
Esto indicaría que, “si bien están más avanzadas en cuanto a ideas y conocimientos, en buena medida siguen sometidas a la voluntad de los varones con los que tienen relaciones sexuales –estima Kornblit–: es así especialmente en las de menor nivel de instrucción: aunque económicamente aporten más que los hombres, como sucede en muchos casos en que la mujer, trabajando en servicio doméstico, tiene más posibilidades laborales que el hombre, eso mismo las lleva a someterse más, como si tuviesen que hacerse perdonar el hecho de tener una participación más activa en el sustento. Esto sostiene y trasmite formas de relación machistas y autoritarias, entre las que se incluye que la mujer no tenga posibilidad de establecer pautas de uso de preservativo”.
El hecho de que las mujeres estén más informadas se vincula con que “consultan muchísimo más que los varones al sistema de salud; son ellas tradicionalmente las que velan por la salud de la familia y las que llevan a los chicos al pediatra”, comenta la investigadora.
Otro desfasaje entre información y comportamiento efectivo se da en la comparación entre jóvenes y adultos. “Los jóvenes tienen menos información que los adultos, pero se cuidan más, porque el uso del preservativo está más aceptado, más ‘naturalizado’ entre los chicos.” De todos modos, “la falta de información entre los jóvenes no es tema para desestimar, ya que se vincula con su falta de acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva; sólo en algunos hospitales y en muchos casos desde hace poco tiempo existen servicios para adolescentes, cuya organización resulte amigable y propicie el acceso”, agrega Kornblit.