SOCIEDAD › DETIENEN AL ACUSADO DE LIDERAR SECUESTROS DE FAMOSOS
La banda de Ramaro y Echarri
La SIDE había pasado el dato: Maximiliano “Pachu” Rodrigo Peñaflor, uno de los prófugos más buscados de la Argentina, estaba en Córdoba. Pachu está acusado de ser uno de los cabecillas de la banda que secuestró a Cristian Ramaro, el joven estudiante de Tigre; y de Antonio Echarri, el padre del actor. El jueves, la policía de esa provincia lo detuvo, junto a otros dos presuntos delincuentes, tras un tiroteo que provocó heridas en un policía y otro de los detenidos. La captura se llevó a cabo tras un intento de robo en una gomería de la capital provincial, que fue percatado por un policía que se encontraba en la zona. En un megaoperativo posterior, del que participaron unos 150 efectivos, la policía secuestró un verdadero arsenal.
Tras el tiroteo, la policía también detuvo a Domingo “Dieguito” Cepeda Pacheco, de 31 años, quien sería el segundo de Peñaflor y presunto partícipe de otros secuestros, según informó a Página/12 el subdirector de Investigaciones de la Policía de Córdoba, Eduardo Rodríguez. Anoche continuaban los allanamientos en la zona de Villa Carlos Paz en busca del cuñado de Peñaflor, Cristian “Hígado” Muñoz Broudin, también prófugo por su supuesta participación en el secuestro de Ramaro, por el que se pagaron 400 mil pesos. El tercer detenido es Carlos Ezequiel Ledesma, de 30, que vive en el barrio Primero de Mayo, de Córdoba. Las pistas que ahora sigue la policía fueron dadas por “la importante información obtenida a partir de los celulares –con gran número de llamadas entrantes y salientes– y agendas secuestradas durante el operativo”, sostuvo Rodríguez.
Peñaflor, de 25 años, estaba prófugo desde el 3 de agosto de 2003, cuando se retiró de la cárcel en una salida transitoria. Su detención, producida el jueves último, surgió de casualidad cuando un efectivo iba en un colectivo en un barrio de la capital cordobesa y, al ver el supuesto robo a una gomería, avisó a la policía. El intenso tiroteo se produjo en la gomería de La Cordillera al 4800, de la zona norte de la capital cordobesa, donde robaron 300 pesos. Los tiros y la espectacular persecución entre policías y delincuentes se extendieron hasta la villa de emergencia conocida como Nylon, en barrio Marqués de Sobremonte Anexo.
Fuentes policiales explicaron que, después del operativo, se secuestraron decena de armas, entre fusiles FAL, pistolas calibre 9 milímetros y 11,25, revólveres, cargadores de fusil y más de 500 proyectiles. También se secuestraron equipos de comunicaciones, chalecos antibala y vehículos, entre ellos un Peugeot 306, una Trafic, un Renault 19, un Renault Clío y una camioneta 4x4. La policía presume que la banda planeaba un golpe importante para los próximos días, debido a la gran cantidad de armas y equipos que trasladaban.
Rodríguez reveló a este diario que la SIDE les había informado que Peñaflor podía estar en la zona de la Punilla de Córdoba, unos días antes de la detención. Los asaltantes fueron trasladados a la cárcel de máxima seguridad de Bower, ubicada a diez kilómetros de la capital cordobesa, y la semana próxima, Peñaflor –el quinto detenido por el caso del joven de Tigre– sería transportado a Buenos Aires para declarar ante los investigadores de los secuestros de Ramaro, el 8 de junio, y de Echarri, el 24 de octubre de 2003.
“Pachu” y su cuñado, “Hígado”, también eran buscados desde febrero pasado por los secuestros del gerente de Telecom Augusto Peña Robirosa, en Bella Vista, y del arquitecto Carlos San Martín, en Pilar. “Están imputados por más de una veintena de secuestros, robos y asociación ilícita”, dijeron fuentes del caso.