SOCIEDAD
Dos ancianas muertas durante el voraz incendio de un geriátrico
El fuego se originó en una “travesura de uno de los ancianos”.Dos mujeres se desvanecieron por el humo y fueron aplastadas al caer la mampostería. Analizan si todo estaba en regla.
Poco después de la medianoche del sábado se desató un incendio en un edificio de dos plantas del barrio de Balvanera, donde funcionaba el Hostal para Gente Mayor Re-Crear, un geriátrico privado, presuntamente habilitado, en el que se alojaba a 43 ancianos. Dos abuelas murieron aplastadas por la mampostería de una habitación que se derrumbó por el incendio. Hubo heridos e internaciones por principio de asfixia en distintos hospitales de la ciudad. Las llamas comenzaron a partir de la “travesura de uno de los ancianos”, según explicó a Página/12 una fuente de la investigación. Una dotación de bomberos combatió el incendio. También colaboraron agentes de la comisaría 20ª y el SAME. Además contaron con la fervorosa participación de un grupo de devotos del templo evangélico del barrio, que aún estaban reunidos en misa nocturna y que ayudaron a rescatar y reubicar a los sobrevivientes.
En el momento en que se desató el fuego en el geriátrico Hostal para Gente Mayor Re-Crear, ubicado en Saavedra 1234, había dos o tres empleadas trabajando. “Todavía no tenemos el número exacto –explicó a este diario una fuente policial–. Eran dos o tres empleadas y, según la lista que se hizo, había unos 43 ancianos internados.”
La investigación está en manos del Juzgado de Instrucción Nº 67, de Francisco Salvo, y la causa quedó caratulada como incendio y muerte dudosa. El juzgado secuestró las historias clínicas de los ancianos y ahora intenta establecer cómo empezó el fuego. Según las fuentes policiales consultadas por Página/12, aunque las razones aún son inciertas, los investigadores analizan si hubo intencionalidad: “Usted tiene que entender que son ancianos con problemas seniles y son capaces de hacer alguna travesura”, explicó el uniformado.
Las dos mujeres muertas tenían 83 años. Sus cuerpos quedaron carbonizados y, aunque habrían sido identificadas, los peritos esperan los resultados del análisis para confirmar su identidad antes de difundir sus nombres. Las dos “precisamente vivían en la habitación del segundo piso donde se desató el incendio”, indicó la fuente policial consultada. Según su relato, se habrían “desvanecido por el humo antes de que se desprenda la mampostería del techo de la habitación que las terminó aplastando”.
Una empleada del geriátrico dijo: “Yo pedí auxilio por la ventana”, y agregó que “la policía vino enseguida y los bomberos tardaron, ayudaron, rompieron la puerta... se había cortado la luz”. Con la llegada de los bomberos y de los agentes de la comisaría, se dispuso el traslado del resto de los abuelos a distintos centros de salud. Una tarea en la que, según testigos, no sólo colaboraron los vecinos sino también los fieles de un templo evangélico ubicado en la esquina de Cochabamba y Saavedra, que a esa hora todavía seguían reunidos. “¿Sabe lo que significa 43 personas? Hacía frío, era de noche y además llovía. Había que sacarlos rápido, la gente de la iglesia nos ofreció el espacio para ponerlos. Funcionó como albergue transitorio”, indicó un jefe de policía que estuvo allí hasta las cuatro de la mañana, cuando terminó el procedimiento con el juez Salvo y el secretario del juzgado, Horacio Azzolín.
El servicio de atención médica de emergencia de la ciudad, el SAME, se encargó poco después de los traslados a los centros de salud. Uno de sus voceros indicó que los ancianos “presentaban quemaduras y principio de asfixia”, por lo que “se realizaron derivaciones a los hospitales Alvarez, Argerich, Fernández, Rivadavia, Penna, Durán, Ramos Mejía y Del Quemado”.
El incendio dejó la casa parcialmente destruida, motivo por el cual ayer se especulaba que, después del alta, los ancianos no regresarían a la casa. “Seguramente –continuó la fuente– se harán cargo sus familiares, porque el lugar ya no está en condiciones para alojarlos.”
El juzgado tomó declaración a los empleados y, además, tomó contacto con los dueños del geriátrico, que se presentaron poco más tarde en la comisaría. Siguiendo la hipótesis del incendio provocado “por una travesura”, se analiza si el número de empleados del turno nocturno era suficiente como para atender y cuidar a todos los alojados.