SOCIEDAD
Intento de desalojo a los palos y sin orden judicial
Custodios privados de un ingenio salteño intentaron desalojar a una comunidad aborigen en Orán, Salta. Piden la intervención del gobierno nacional.
Guardias de seguridad privada del Ingenio San Martín del Tabacal intentaron desalojar de su tierra a una comunidad indígena del departamento de Orán, en Salta, que vive en el lugar desde mediados del siglo pasado. Como los pobladores originarios se resistieron, fueron golpeados con palos, amenazados de muerte y la policía local, que llegó dos horas después del ataque, dejó en libertad a los agresores y detuvo a las víctimas. El objetivo de la empresa, propiedad de la multinacional Seabord Corporation, era desalojar a casi sesenta familias, sin ninguna orden judicial, para poder avanzar con las topadoras y sembrar caña de azúcar. Según testigos de la agresión, la seguridad privada de la compañía amenazó con volver para incendiar las humildes casas. Los pobladores originarios afirmaron que resistirán cualquier intento de desalojo. Madres de Plazo de Mayo Línea Fundadora, junto a representantes de la comunidad en Buenos Aires, denunciaron ayer la represión ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y pidieron la intervención del Ejecutivo para “solucionar el robo de tierra que los comunidades sufren por parte de la empresas”.
El ataque, ocurrido el jueves pasado, terminó con pobladores aborígenes internados y siete de ellos detenidos. El conflicto comenzó hace al menos dos años, cuando la multinacional avanzó sobre cien hectáreas que la comunidad reivindicaba como propias. “La promesa había sido que se quedaban con esas tierras pero respetarían las otras 200 hectáreas que aún posee la comunidad”, explicó el abogado de los pobladores, Hernán Mascietti. Pero desde los últimos meses de 2003 la empresa comenzó a amenazar a los pobladores originarios con apropiarse del territorio donde la comunidad vive desde hace décadas, también en la zona de Río Blanco Banda Norte, departamento de Orán.
La semana pasada, la gente del Ingenio San Martín del Tabacal ya había llegado con la topadoras hasta las puertas de la propiedad comunitaria. Los Tupí y Kolla Guaraní que viven en el lugar advirtieron a los abogados y las organizaciones que trabajan con ellos la posibilidad de una agresión. Hecho que se concretó, según la denuncia de la comunidad, el jueves aproximadamente a las 15, cuando llegaron unos cuarenta hombres de la empresa de seguridad privada Search –contratada por el ingenio– y avanzaron sobre las casas argumentando que algunos aborígenes habían vendido sus parcelas.
La titular de la comunidad, Gregoria López, se interpuso al paso de los efectivos, quienes la golpearon. “Fue el detonante, ahí los hombres de la comunidad la defendieron y los matones de la empresa, que eran muchos más, bajaron palos de una camioneta y comenzaron con la golpiza”, relató Mascietti. A las dos horas llegó la policía y detuvo a siete aborígenes, todos de ellos heridos.
En declaraciones a la agencia Télam, los sacerdotes José Auletta y Diego Calvisi de Orán –quienes fueron testigos de la represión que sufrieron los indígenas– contaron que fueron agredidos por “el encargado de seguridad de la empresa. Me apuntaba con el dedo y me empujaba para provocarme, mientras le decía a Gabriel Flores, referente de la comunidad, `vos estás muerto’”.
El director de Relaciones Institucionales de la empresa, Guillermo Jakúlica, habló con la agencia de noticias a través de una secretaria: “Las tierras son de la empresa”, destacó y advirtió que realizará una denuncia contra la comunidad. Al San Martín del Tabacal se lo conoce como “el ingenio del terror”. El relato que pasa de generación en generación cuenta que a sus ancestros les arrancaban un diente por cada caña de azúcar que los vieran chupando y les sacaban sus hijas para entregárselas al patrón, que luego las violaba.