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Por unanimidad, la Corte resolvió ayer conformar un grupo de trabajo integrado por jueces que otorgará asistencia jurídica a víctimas de la violencia doméstica. Se trata de un inédito servicio que funcionará bajo el ámbito del máximo tribunal durante las “24 horas y todos los días del año”.
Los magistrados que integrarán el grupo serán designados por Enrique Petracchi, promotor de la iniciativa, y en un plazo de 60 días deberán elaborar el proyecto para la puesta en marcha del servicio.
El proyecto especificará las funciones de los jueces y la misión de la comisión especial. La prosecretaria jefa de la Corte, Analía Monferrer, será la coordinadora del grupo de trabajo y su primera tarea será recopilar información sobre los recursos que demandará el proyecto. Cada semana, además, Monferrer deberá reportar las actividades para que el tribunal pueda “evaluar los avances de la gestión”, detalla la resolución de la Corte.
Según la Corte, la violencia familiar “adquiere formas, matices y complejidades que no siempre encuentran un único encuadre jurídico o requieren de un determinado proceso judicial para su resolución”. Sin embargo, personas especialmente vulnerables a la agresión doméstica suelen, paralelamente, tener dificultades para acceder al servicio de Justicia. “A la desventaja inicial en que suele encontrarse la persona que recurre a la Justicia por su agravio se adiciona la dificultad de determinar la vía legal que resulte acorde con su reclamo”, añadieron los jueces supremos en su resolución.