SOCIEDAD › UNA FALSA DENUNCIA PARA OCULTAR UNA RELACION AMOROSA
El secuestro que fue trampa
El empresario cordobés Pablo Ligato admitió que su denunciada captura fue en realidad un robo en el que cayó por una trampa que le tendió una mujer con la que había concretado una cita.
Pablo Ligato, el empresario avícola que denunció haber sido secuestrado el viernes pasado, admitió ayer que le mintió a la Policía sobre cómo empezó el episodio en el que una mujer y dos hombres le robaron una importante suma de dinero. El hombre confesó que tuvo una aventura con una mujer, que resultó pertenecer a la banda que lo asaltó, y que no se atrevía a contar la verdad por ese motivo. Si bien Ligato hizo una aclaración pública sobre lo ocurrido, el fiscal Jorge Aradas pidió que se lo investigue por presunto falso testimonio, ya que no sufrió un secuestro, como denunció, sino sólo un robo. La confesión del empresario también generó una polémica en el gobierno, dado que el mandatario José Manuel de la Sota lamentó “la actitud del señor Ligato para encubrir una situación privada” y el fiscal general de la provincia, Gustavo Vidal Lascano, se mostró “indignado” por el giro del caso.
“Acá hubo una movilización muy fuerte de la Justicia, de la Policía, y de pronto nos encontramos con que el fiscal de la causa termina investigando a la víctima por falso testimonio, entonces esto es tomarle el pelo a la gente, si ha sido así”, sostuvo el fiscal. “Yo no incurrí en falso testimonio porque el robo existió. No me interesa la plata, lo único que quiero es pedirle disculpas a mi familia porque no tengo cara por lo que hice”, se defendió Ligato.
Lo cierto es que ayer, el empresario, de 51 años, reconoció que no fue sorprendido en la puerta de su casa por ningún delincuente y que concurrió por su propia voluntad a su casa de Bialet Massé, “engañado por una mujer que había conocido una semana antes y que me había citado en esa casa”.
“Sólo el comienzo de lo que padecí no es real. Todo lo demás sí”, enfatizó Ligato y aseguró que en su contacto con la mujer de 30 años, que no identificó, “no fui infiel con mi esposa” porque “sólo se trató de una aventura”. El empresario, padre del corredor de rally Marcos Ligato, dijo que estaba arrepentido porque no dio la versión correcta y completa desde el principio porque, alegó, “creí que así ponía a salvo a mi familia”.
“Traté de que mi esposa y mis hijos no se enteraran de que por culpa mía había ocurrido todo esto”, agregó el empresario al resaltar que ya “no podía estar más con este cargo de conciencia” y que por eso se decidió a “contar la verdad”. Ligato negó que fuera descubierto por contradicciones en sus primeras declaraciones ante el fiscal Aradas, quien ahora caratuló el caso como “robo calificado”.
“Por mi propia decisión le dije luego a los policías cómo se había iniciado todo”, afirmó Ligato al recordar: “Fui a la Policía y les pedí disculpas. Ellos me entendieron”. “No voy a hablar del dinero. La plata no interesa, ni me causan ningún beneficio las versiones que andan diciendo que esto se trató de un autorrobo”, expresó muy molesto Ligato. En declaraciones posteriores al episodio, el empresario sostuvo que debió pagar un millón de pesos.
El empresario ratificó que estuvo encerrado y maniatado en la casa de Bialet Massé, adonde fue “engañado por la chica” y sorprendido por los delincuentes, que serían conocidos de la mujer. “Estuve tres horas para desatarme cuando terminó todo y debí romper una puerta para salir de esa casa”, relató el hombre.
“Tengo chicos brillantes y una mujer que es una santa. Ella me dijo que sospechó que todo esto era una cagada (sic) que me había mandado, y sí, fue una aventura, un desliz de la forma como me lo prepararon”, señaló el empresario.
La confesión de Ligato no le agradó al fiscal general de la provincia. “Esto es tomarle el pelo a la gente, si ha sido así”, sostuvo el funcionario.
Ligato mantuvo la versión de que una banda de 7 u 8 personas le sacó cerca de un millón de pesos de su vivienda de Río Ceballos. Aunque todo habría empezado cuando el viernes último, aprovechando la ausencia de su mujer, Ligato pactó un encuentro con una mujer en su casa de Bialet Massé. Una vez allí, apareció la banda de delincuentes que, con las llaves de Ligato,entraron a la casa de Río Ceballos, redujeron a los hijos del empresario y robaron dinero y joyas.