SOCIEDAD › UNA DELEGACION LOCAL DE MEDICOS DEL MUNDO VIAJA A SRI LANKA
Misión argentina después del tsunami
Cuando la palabra tsunami recién se colaba en el mundo de lo cotidiano, delegaciones de Médicos del Mundo estaban instalándose en las zonas más devastadas por el maremoto. Esta tarde, dos representantes de la organización en la Argentina emprenderán viaje hacia el sur de Sri Lanka para participar de una “misión de evaluación sobre la post-urgencia”, tras la catástrofe.
Silvia Quadrelli, presidenta de MDM Argentina, y Alicia Luna, su vicepresidenta, llegarán a Galle, donde se unirán con la delegación de Chipre. Quadrelli explicó a Página/12 que harán “un diagnóstico de la situación”, de manera conjunta con representantes de ese país, ya que Argentina tiene “acceso limitado a la financiación, porque no somos parte de Europa ni de Estados Unidos”.
Por esta razón, una vez elaborado el relevamiento sanitario –que incluirá la detección de prioridades–, las dos delegaciones armarán un proyecto en común para presentar ante diferentes organismos financiadores.
“Siempre hay una primera fase de emergencia, de localizar a la gente y brindarle asistencia inicial. Ahora es la post-emergencia, para ver qué se hace con estas personas que viven en cualquier lado”, señaló Quadrelli. Ya tienen una imagen previa de las problemáticas: “El traumatismo psicosocial, los nuevos huérfanos y el secuestro de niños y la falta de prevención adecuada en VIH-sida”, entre otros.
Esos datos se pondrán en relación con el estado de las estructuras de salud. Una vez obtenido el cuadro completo, diseñarán un proyecto para trabajar “en la problemática que sea más urgente”. Por otra parte, la vicepresidenta de la organización, Alicia Luna, comentó que “las delegaciones ya tienen un trabajo desarrollado, van con los consultorios móviles de un lado al otro. Porque hay gente que está en hospitales, pero también están los desplazados que fueron hacia un lugar seguro, en campamentos o escuelas”.
Quadrelli también indicó que “será una tarea difícil, porque el tema ya no es noticia. Pero las necesidades continúan porque hay muchos trabajadores informales que se quedaron sin nada y están en una tienda en un campamento”.
Además de la elaboración del proyecto, las profesionales también dedicarán parte del tiempo a la evaluación y atención de patologías. “Cuando hay inundaciones pueden aparecer malaria, difteria o hepatitis, sobre todo en las condiciones de hacinamiento que hay en el lugar”, explicó Luna.
Por su parte, Quadrelli observó que en Sri Lanka “hay una tradición larga de redes sociales muy fuertes. Por eso, frente a la catástrofe, la sociedad civil se movilizó rápidamente para distribuir ayuda. Contar con ese apoyo es muy diferente a no tenerlo”.