SOCIEDAD › EN SU PRIMERA ENTREVISTA PERIODISTICA,
EL CANTANTE DE CALLEJEROS RESPONSABILIZO A CHABAN
“El tema de las bengalas era muy difícil de manejar”
Patricio Santos Fontanet, líder de la banda, dijo en un reportaje con Página/12 que Callejeros no tuvo “ninguna responsabilidad en las tareas de seguridad”. También apuntó contra Raúl Villarreal, empleado de Chabán, quien anoche fue detenido.
Por Carlos Rodríguez
En su primera aparición pública desde que ocurrió la tragedia de República Cromañón, el cantante y líder de la banda Callejeros, Patricio Santos Fontanet, ratificó a Página/12 que el grupo no tuvo “ninguna responsabilidad en las tareas de seguridad, porque de eso se encargaba Raúl (Villarreal), el hombre designado por Omar (Chabán), de manera que es una verdadera locura que Diego (Argañaraz), nuestro manager, esté detenido cuando tanto él como nosotros no tenemos nada que ver con ese tema”. Santos Fontanet sostuvo que “la responsabilidad hay que buscarla por el lado de los dueños del local, que no tenían habilitación, algo que nosotros no manejábamos ni sabíamos, y por el lado de la corrupción que permite que estas cosas ocurran”. El músico, al ser consultado sobre si esperan una orden de detención en su contra, admitió: “Si lo acusan a Diego, también pueden acusarnos a todos”. Por otra parte, negó que los cinco miembros de la banda hayan escapado del boliche no bien comenzó el incendio. “Nos quedamos sacando gente: no se olviden que estaban nuestros familiares, algunos de los cuales murieron en una tragedia que arruinó muchas vidas, también las de nosotros”.
“Cuando comenzó el incendio salté la valla que estaba frente al escenario y apagué algunos trozos de tela encendida que caían del techo. Cuando se cortó la luz seguí tratando de ayudar alumbrándome con el celular, como si fuera una linterna. Nos quedamos hasta el último momento y después salimos hacia los hospitales, a buscar a nuestros parientes y amigos”, insistió “Pato” Santos Fontanet en su diálogo con este diario. El músico sufrió la muerte de su novia, Mariana Silo-tta. “No sabíamos que la puerta estaba cerrada y cuando supimos de un incendio en Cromañón, en mayo del año pasado, hablamos con (Omar) Chabán y él nos dijo que estaban poniendo material ignífugo para que no se volviera a repetir.”
El líder del grupo de rock desmintió que ellos incitaran a la utilización de bengalas en sus recitales, aunque reconoció que “era un tema muy difícil de manejar, sobre todo antes de la tragedia, porque ahora todos sabemos lo que pasó y la actitud de todos es diferente”.
–¿Por qué no interrumpieron el recital no bien comenzó el incendio?
–Fueron apenas dos minutos y treinta segundos de show. Cuando Juancho (el saxofonista de la banda) vio la luz de una bengala o mejor dicho una candela o algo por el estilo, pegó el grito y en dos segundos yo estaba apagando los pedazos de tela que caían del techo. Adelante del escenario se había formado una ronda de personas asustadas por el fuego.
–Se dijo que ustedes se habían ido del lugar apenas se produjo el fuego. ¿Eso es cierto?
–No. Nos quedamos hasta que salió el último de los espectadores y después nos seguimos cruzando en los hospitales, porque nuestros familiares estaban adentro y no los encontrábamos. Murió mi novia y mi mamá estuvo internada porque sufrió quemaduras de tercer grado. Cuando se cortó la luz seguí tratando de sacar personas, utilizando el celular como linterna, en medio del humo que no dejaba ver nada. Me fui tomando de la valla y llegué hasta el vestuario y los baños. Estaba el piso mojado porque la gente se mojaba las remeras y se cubría el rostro, porque no se podía respirar.
–Chabán pidió antes del recital que no se encendieran bengalas. ¿Ustedes qué hicieron al respecto?
–Ese día y los dos anteriores, Omar había hablado del tema de una manera un poco agresiva y lo que se generaba eran respuestas negativas por parte del público. El decía que el humo era cancerígeno y decía que todo se iba a prender fuego. Nosotros pedimos lo mismo, pero hablamos en otro tono para tratar de que nos hicieran caso.
–También se dice que ustedes alentaban el uso de las bengalas.
–El tema de las bengalas está muy incorporado a los recitales de rock, desde hace unos diez años, más o menos. Nosotros nunca hicimos ningún volante nuestro que hablara de “fiesta de bengalas” ni nada por el estilo.Yo soy alérgico y el humo me afecta bastante. Además, muchos de nuestros seguidores se quejaban ante nosotros, porque con el humo no podían ver el recital. Siempre hablamos para tratar de que nos hicieran caso, pero era un tema muy difícil de manejar, sobre todo antes de la tragedia, porque ahora todos sabemos lo que pasó y la actitud de todos es diferente.
–¿Ustedes tuvieron participación en el diagrama de seguridad?
–De ninguna manera. La responsabilidad hay que buscarla por el lado de Omar (Chabán) y del responsable de seguridad designado por él, Raúl Villarreal, y por el lado de la corrupción que permitió que siguiera abierto un local que no tenía habilitación. Uno de los empleados de seguridad de Chabán se llama Mario Díaz. Ellos eran los responsables.
–En la entrada y en otros lugares del local había personas que tenían una remera que los identificaban con el grupo. ¿Quiénes eran?
–Esas personas, unas 20 en total, no realizan tareas de seguridad. Tenían remeras que decían “Callejeros-control” y realizaban tareas relacionadas con el control en la puerta para que no haya agresiones hacia el público y para verificar el corte de entradas, porque del total de la recaudación, menos los gastos de la organización, nosotros recibimos el 70 por ciento y el dueño del local el otro 30. También estaban allí para cuidar que no nos roben los equipos ni las cosas que quedaban en el vestuario.
–¿Esas personas pertenecen a alguna agencia de seguridad?
–No, no son parte de ninguna empresa. Son gente conocida nuestra, que conocen a nuestras familias y a nuestros amigos. Son gente de confianza que acompañan a Callejeros y a otros grupos de rock. Pero no realizan tareas de seguridad. Ni nosotros ni ellos sabíamos que las puertas estaban cerradas y que en el local había más gente que la permitida.
–¿No tenían ese dato? Ustedes ya habían actuado en Cromañón...
–Sí, ya habíamos estado y llevamos unas 2800 personas, pero no sabíamos que el máximo permitido es de 1300. Chabán nos había mostrado fotos de una actuación de Rodrigo, cuando todavía era una bailanta, y nos dijo que ese día entraron cinco mil personas. Nos dijo que podíamos meter 4000, pero a nosotros nos pareció mucho y pusimos a la venta 3500 entradas.
–¿No pensaron en la posibilidad del incendio teniendo en cuenta la costumbre de las bengalas y un incendio anterior en el mismo local?
–Sobre el incendio del 1º de mayo, cuando le preguntamos a Chabán, nos dijo que estaban poniendo material ignífugo y que el problema no se iba a repetir. Nosotros confiamos en él. Hay que tener en cuenta que en nuestros recitales nunca hay problemas graves, nunca hay peleas, el ambiente es muy familiar. Nunca pensamos que nos podía pasar semejante tragedia. El lugar más peligroso era el sector VIP, donde estaban nuestras familias. Yo estuve sacando pibes vivos y pibes que ya estaban muertos (se le quiebra la voz mientras habla).
–¿Vos pensás que podés ser detenido igual que el manager de la banda?
–No sé qué es lo que puede pasar, pero si lo detuvieron a Diego (Argañaraz), que no tuvo nada que ver, también nos pueden detener a nosotros. La intención de la banda fue declarar ante la Justicia desde el primer momento y después recién aparecer en los medios, pero no nos citaron y por eso salí a decir todo esto. A Diego se lo llevaron como si estuviese prófugo, cuando siempre estuvo a disposición de la Justicia, como todos nosotros.